Los zapatos usados pueden causar daños en los pies infantiles
Durante los primeros años de vida nuestros niños crecen a velocidad de vértigo, asà que no es extraño que la ropa y el calzado se les quede pequeño casi sin haberlos usado. Tal y como están la economÃa últimamente, y los grandes esfuerzos que tenemos que hacer las familias para llegar a fin de mes, no es tan descabalado que intentemos ajustar, al máximo, cualquier gasto. Entre ellos el de la vestimenta.
Asà la ropa y calzado van pasando de unos niños a otros, intentando alargar su uso lo máximo posible. Si bien en cuanto a la ropa no hay problema, con los zapatos debemos llevar un especial cuidado, ya que el ahorro nos puede salir caro. Un zapato muy usado puede causar daños irreversibles en los pies infantiles.
Según el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana, utilizar zapatos usados en los niños, especialmente cuando se encuentran en pleno desarrollo, es decir, entre los 3 y 8 años, puede causarles deformidades, además de rozaduras, heridas o distintos problemas al andar.
Y es que aunque un zapato lo veamos aparentemente nuevo, el niño que lo ha llevado anteriormente lo ha adaptado a su propio caminar, por lo que al llevarlo otro le obliga a seguir la misma marcha que el anterior, haciendo que su pie tome posturas que no le corresponden.
Según este organismo, sólo se pueden heredar aquellos zapatos que hayan tenido muy poco uso y presenten un estado, casi, de estreno. Ésto suele ocurrir, especialmente, en el calzado que se utiliza para las ceremonias. De todos modos hay que asegurarse que no estén deformados, que no tengan pliegues en el empeine, que los refuerzos del talón y puntera estén intactos y que el tacón y la suela no estén desgastados.
También es importante que, al utilizar unos zapatos ya usados, se cambie la plantilla, limpiarlos bien con desinfectante y secarlos con cuidado para evitar un posible contagio de hongos.
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Foto | Pixabay – Barni1
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