Vivir cerca de los abuelos: 6 beneficios para los nietos

Con frecuencia, el deseo de formar una familia está acompañado por una decisión muy importante: la elección de un lugar en el que echar raíces a largo plazo. La compra o el alquiler de un inmueble son dos alternativas para quienes quieren crear un hogar feliz. Cada persona tiene sus propias preferencias en relación con la ubicación del inmueble.

Sin embargo, existe un factor que se presenta como determinante en numerosas ocasiones: la cercanía respecto a otros familiares. En Uno más en la Familia, coincidiendo con el Día de los Abuelos, comentamos qué beneficios ofrece a los nietos crecer muy cerca del lugar en el que residen estos seres tan especiales.

1. Contacto presencial frecuente

La tecnología ofrece la posibilidad de minimizar el límite objetivo de los kilómetros que separan a distintos familiares. Recrea la magia del contacto presencial, pero no puede alcanzarlo de forma plena. Aquellos abuelos y nietos que viven a pocos minutos de distancia comparten momentos de calidad en la rutina cotidiana, sin esperar a que llegue una fecha señalada en el calendario.

2. Apoyo frente a posibles imprevistos

La planificación y la organización son ingredientes esenciales en el proyecto de vida familiar tras el nacimiento de un hijo. Sin embargo, una hoja de ruta puede verse alterada por hechos inesperados que modifican la previsión inicial. La cercanía de los abuelos es un apoyo frente a aquellas dificultades de conciliación que surgen ante los imprevistos de última hora.

3. El bienestar de los padres repercute en los hijos

La unión familiar fortalece el bien común. La cercanía del domicilio de los abuelos también es una ventaja para quienes desempeñan el rol de hijos y padres. En ese caso, pueden visitar con frecuencia a sus progenitores y hacerles compañía. La proximidad es valiosa en cualquier contexto, pero todavía más cuando las personas mayores se adentran en la tercera edad.

4. Los nietos aprenden el valor de las tradiciones

Compartir tiempo de calidad con los abuelos es un legado de vida que perdura en el recuerdo a través de las tradiciones aprendidas. Con frecuencia, son ellos quienes dan testimonio de costumbres que tienen un significado en la familia. Y hacen partícipes a sus nietos de esas rutinas que poseen un valor específico en el grupo.

5. Organizar planes improvisados

La planificación y la organización son, como ya hemos comentado, dos ingredientes valiosos en la programación de la rutina familiar. Pero en una agenda flexible también hay espacio para la improvisación.

Sin embargo, los encuentros improvisados requieren de condiciones propicias para que puedan llevarse a cabo. La distancia se convierte en un límite importante ante la posibilidad de concretar un plan con poco margen de tiempo. La cercanía, por el contrario, conduce de forma definitiva al encuentro cotidiano.

6. Un nexo de unión con la familia extensa

La familia extensa es muy importante para el bebé. Generalmente, los abuelos son un punto de encuentro con primos, tíos y otros seres queridos. Su hogar es un lugar de bienvenida para hijos y nietos. Por tanto, vivir cerca del lugar en el que ellos residen también incrementa la cercanía respecto de otros familiares.

Vivir cerca de los abuelos es una decisión acertada cuando existe una relación familiar positiva. Es decir, cuando la comunicación, la empatía y la comprensión son ingredientes que forman parte de la interacción con el otro.

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