La vitamina K durante el embarazo
Ya sabemos aquello de la importancia que tiene cuidar la alimentación durante el embarazo. A fin de evitar problemas en el desarrollo de nuestro bebé y gozar de una gestación sin peligros, es necesario que vigilemos nuestra nutrición a fin de que todas las vitaminas estén presentes, sin olvidar ni una sola de ellas, ya que al fin y al cabo son las que nos van aportar esos beneficios que tanto vamos a necesitar durante estos meses, creando además una herencia de salud para nuestro pequeñín.
Una de esas vitaminas que no deben faltar es la vitamina K, conocida también como vitamina antihemorrágica. Su papel es fundamental ya que aporta las sustancias necesarias para la coagulación sanguínea, entre otros muchos beneficios, como la acumulación en el hígado, la regulación de los niveles de calcio y la importante relación que mantiene con la vitamina D.
Además de prevenir hemorragias en el bebé, también está relacionada con el desarrollo y la formación de los huesos. Es difícil encontrar a personas con deficiencia en esta vitamina ya que el organismo la absorbe con bastante facilidad, creando un almacén. Sólo en casos de personas que llevan una alimentación desequilibrada o aquellas que han tenido un tratamiento prolongado con antibióticos, pueden presentar deficiencia de este nutriente, por lo que se suele aconsejar tomarlo de forma artificial.
La vitamina K, de forma natural, la podemos encontrar especialmente en las verduras verdes: lechuga, canónigos, brócoli, espinacas, acelgas, col rizada…, así como en algunas frutas como el kiwi y las bananas; en aceites vegetales como el de oliva y soja o también en alimentos de origen animal, especialmente los que proceden de las vísceras.
Vía | Sacaleches
Foto | Diarios de la nube