La visión de nuestro bebé ¿cómo se desarrolla?
Una de las características principales, y más llamativas, de los bebés recién nacidos son sus ojos. Esas dos inmensas ventanas que nos miran como queriendo descubrir qué sucede a su alrededor y cómo ha cambiado el paisaje desde el útero materno. La explosión de luz que les rodea, los ambientes cambiantes y la intensidad de los movimientos deben ser como un carrusel de emociones que les embarga y abruma tras el parto.
Aunque nuestros niños nos miren con obediente atención y creyendo que nos reconocen, lo cierto es que el recién nacido apenas ve. De hecho, si te fijas, durante sus primeros días los bebés no saben controlar el movimiento de sus ojos, por lo que a menudo parece que cada uno mira a un lado, como si estuviera bizco o tuviera cualquier problema en sus ojitos. Pero ¿cómo se desarrolla y evoluciona su visión?
Lo primero: aprender a enfocar
Una de las primeras habilidades, en torno a su mirada, que aprende el bebé es a enfocar. Será alrededor del segundo mes cuando empezará a enfocar su mirada y a distinguir los objetos que le ponemos cerca. Lo puedes comprobar poniendo tu dedo frente a sus ojos y haciendo un movimiento suave, verás como lo sigue con su mirada.
Unas semanas más tardes, sobre la décima, ya aprecia los volúmenes, así como algunos colores, especialmente el rojo. Ya puede enfocar desde distancias algo más largas y sigue con la mirada los movimientos hasta 180 grados.
El gran logro, a partir del tercer mes
Será a partir del tercer mes cuando se consiga el gran logro en la visión del bebé, y esto lo notarás con un gesto que suele ser muy habitual en los peques: el descubrimiento de sus manos. Su inagotable curiosidad le lleva a percibir todo lo que le rodea, y puesto que es capaz de enfocar a más larga distancia y con mayor precisión, también puede percatarse de los pequeños detalles que le rodean.
Entre el cuarto y el sexto mes ya percibe los colores con toda intensidad, además es capaz de ver a más larga distancia. De igual modo va entendiendo como cuando se tapa los ojos los objetos desaparecen o la imagen deja de existir.
A partir del sexto mes el avance será notable en la vista de nuestro niño, hasta llegar a los 12 meses en los que, salvo casos especiales, el bebé ya habrá desarrollado toda su capacidad visual, llegando a ver como un adulto.
Vía | Infosalus
Fotos | Pixabay – Public Domain Pictures y 1001 consejos
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