Las verduras más odiadas por los pequeños

Las verduras más odiadas por los pequeños

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    30 mayo 2017    2 minutos

A pesar de todos los beneficios que pueden aportar a su salud muchos niños no quieren comer verduras.

A pesar de todos los beneficios que pueden aportar a su salud, muchos niños no quieren comer verduras. Como adultos no llegamos a entender bien por qué cuando ven las espinacas y el brócoli ponen esa cara tan especial. Son pocos los pequeños que se animan a probar todas las verduras sin mostrarse reacios.

Cuando le presentamos su comida saltearán los alimentos que ellos piensan que no les gustan, lamentablemente no hacen ni el esfuerzo por probarlos.

Dentro de las verduras que más rechazan encontramos las berenjenas, las espinacas, la lechuga, las coles y el brócoli. Estadisticamente se sabe que el 75 por ciento de los niños no quieren ni verlas. Un 66 por ciento ni intentan probar las legumbres o se ponen reacios de comerlas.

Dentro de las verduras que más rechazan encontramos las berenjenas, las espinacas, la lechuga, las coles y el brócoli.

Cuando se les pregunta por qué no quieren probarlas señalan que es por su aspecto y por su sabor, algunos señalan que tienen un gusto demasiado amargo. Una minoría señala que son difíciles de masticar.

Trucos para que coman verduras

A pesar de su continua negativa existen algunos trucos que podemos poner en práctica para que los niños terminen comiendo sus verduras. A continuación nos referiremos a ellos.

Si disfrutan comiendo pastas podremos agregarles algunas verduras, por ejemplo, prepararle una pizza de calabacín o espaguettis con una salsa liviana de champiñones, también podemos preparar una colorida ensalada de pastas con verduras cortadas muy pequeñas para que pasen inadvertidas.

Razones por las cuales los niños no comen vegetales

Si los niños se quejan del sabor amargo de algunas verduras podemos intentar ofreciéndoles otras, la calabaza, el maíz o la zanahoria podrán tener un sabor más agradable para ellos.

No intentemos llevar un plato y obligarlos a comerlas. Será mejor empezar con pequeñas porciones, que sean solo una guarnición. Además, es conveniente que se acostumbren a comerlas desde la infancia temprana, o que vean que dentro de su familia es normal el consumo, así entenderán que si los adultos las comen será por algo importante.

Un curioso estudio

Una investigación realizada en el Monell Chemical Senses Center de Filadelfia, un sitio científico que se dedica a conocer todo acerca del olfato y gusto, señaló que el odio hacia los vegetales se debe a un gen. Este gen es conocido como TAS2R38, este se encarga de reacciona ante los estímulos relacionados al sabor amargo. Se supo también que no todos los niños tienen las mismas copias del gen, pero sí lo tienen un porcentaje cercano al 79 por ciento de los niños que participaron del trabajo.

Vía | Dix
Foto | Pixabay – Congerdesing / Pixabay – Jose Alba fotos

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