Verano y niños: 8 riesgos a evitar durante las vacaciones
El verano es un periodo que puede disfrutarse de forma especial en familia. Tal vez no en su totalidad, pero sí es frecuente planificar más momentos en común en este contexto. Pues bien, también conviene poner el acento en los riesgos del verano. Es decir, existen situaciones que hay que prevenir para evitar posibles peligros o efectos negativos. En El Blog Infantil realizamos un pequeño resumen de aquellos escenarios que requieren de una atención especial por parte de los padres.
1. Altas temperaturas en el interior del coche
El coche es un medio de transporte frecuente en los viajes estivales y en algunos desplazamientos urbanos. Pues bien, a las altas temperaturas de los meses de julio y agosto se suma el calor añadido que se concentra dentro de un vehículo que está aparcado en una zona en la que no hay sombra. Antes de que el niño suba al coche, es esencial que el interior se refresque tras abrir puertas y ventanas. Por otra parte, el niño nunca debe estar solo en el interior del vehículo (ni siquiera durante un tiempo breve).
2. Cuidado con las zonas en las que hay aglomeraciones
Durante el verano también es habitual visitar lugares que reciben mucho turismo y se celebran las fiestas de pueblos y ciudades (y se forman más aglomeraciones de gente en el centro). En este contexto, es posible que se produzcan algunas distracciones (es importante que el niño no se separe del grupo con el que está).
3. Riesgo de ahogamiento en piscinas
Las tardes son más refrescantes en la piscina. Actualmente, algunas familias también cuentan con piscina en la comunidad de vecinos o en un jardín. Es un entorno que proporciona muchas ventajas, pero la seguridad es un valor esencial. Y el riesgo de ahogamiento crece en este periodo del año. Por esta razón, los niños deben contar con la supervisión y la presencia de un adulto atento y responsable. Además, es recomendable que acudan a cursos de natación para aprender a nadar.
4. Prevenir las quemaduras solares en los niños
El tiempo estival destaca por algunas variables que caracterizan el periodo de vacaciones. Largos días de luz natural, sol y actividades al aire libre. Pues bien, es muy importante adoptar hábitos saludables para prevenir el riesgo de quemaduras solares por medio de la protección adecuada. Del mismo modo, es recomendable permanecer en casa en un horario en el que las temperaturas alcanzan su máxima intensidad.
5. Olas de calor
Durante el periodo estival, muchas familias tienen el hábito de consultar la información meteorológica para conocer la previsión del tiempo para los próximos días. Los medios de comunicación ofrecen información constante para potenciar el cuidado de niños y adultos cuando se produce una ola de calor en julio o agosto.
Hay que tener en cuenta que los peques son más vulnerables ante el impacto de las altas temperaturas. Es esencial que utilicen ropa cómoda y tejidos ligeros. Además, el agua es la bebida más saludable durante el verano. Es recomendable que beban de forma regular para estar hidratados. Además, es esencial proteger el interior de la vivienda. Conviene tener las persianas bajadas hasta una hora avanzada de la tarde.
6. Dificultades para conciliar: la soledad infantil es un riesgo
Cuando un niño permanece solo en casa con relativa frecuencia, está expuesto a muchos riesgos ante la falta de supervisión de una persona adulta. Sin embargo, la soledad es una de las consecuencias que puede derivarse de los problemas de conciliación que se intensifican durante las vacaciones.
7. Cuidado con los accidentes de tráfico en verano
Durante el verano suele aumentar el tiempo en carretera. Y los accidentes también pueden producirse a partir de factores que están vinculados con el exceso de velocidad, el consumo de alcohol, la falsa sensación de seguridad absoluta o las distracciones. Conviene tener en cuenta que el exceso de calor también afecta a la conducción puesto que aumenta el cansancio.
8. Cuidado con el exceso de pantallas
El exceso de pantallas no solo puede afectar a los niños, sino también a la familia. El exceso de pantallas crea una consecuencia negativa: genera una mayor incomunicación con los seres queridos que están cerca. Es un entretenimiento que, cuando se convierte en habitual, no alimenta la creatividad.
Por tanto, existen diferentes situaciones de riesgo que afectan a familias con niños durante las vacaciones de verano. Hay que identificar y prevenir esas situaciones para minimizar cualquier factor de alarma.
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