Verano: 5 consejos para supervisar a tu hijo en la piscina
La seguridad en las zonas de baño tiene una gran relevancia en familias con niños. Sin embargo, es esencial evitar esa sensación de seguridad absoluta que puede surgir en un lugar que está supervisado por la labor de un socorrista profesional. El responsable realiza un importante papel en relación con la prevención y la asistencia inmediata en casos de emergencia, pero no sustituye a la supervisión de los padres. Entre otros motivos, porque esa no es su responsabilidad. ¿Cómo supervisar a tu hijo en la piscina?
1. No dejes a tu hijo al cuidado de su hermano mayor o de un primo
Esta labor de supervisión no debe delegarse en menores de edad. La labor de supervisión refleja el valor que tiene este seguimiento para prevenir accidentes y ahogamientos. Los riesgos y acontecimientos inesperados pueden materializarse en un instante. Por ello, el impacto de una distracción puede tener graves consecuencias.
2. Los riesgos no solo están en el agua (aunque el niño ya sepa nadar)
La atención de los padres hacia los niños no solo se enmarca en aquellos momentos en los que están en el agua, sino que la supervisión se traslada a la instalaciones en su conjunto. Especialmente, hay que tener cuidado con las caídas que se producen alrededor de la piscina. Más allá del contexto, hay algo que no cambia: la supervisión es importante incluso cuando el niño se baña en una piscina con poca profundidad.
3. Cumplimiento de normas en el uso de un espacio compartido
La normativa de la piscina ofrece indicaciones claras sobre cómo hacer un uso responsable de las instalaciones que forman parte de un espacio compartido. La normativa también puede indicar a partir de qué edad puede acudir un menor sin la supervisión de un adulto a la piscina.
4. Evita otros entretenimientos y distracciones inmediatas
Las distracciones que pueden interferir en esta supervisión no remiten únicamente a la tecnología. Hay otros muchos elementos que pueden marcar esta distancia como, por ejemplo, la lectura de una revista o una conversación distendida con un amigo. La supervisión del niño es una prioridad.
5. Comprueba que no hay puntos de interferencia en tu campo de visión
Anteriormente ya explicamos que la labor de un socorrista no sustituye la importancia que tiene la supervisión de padres y madres que acuden con sus hijos a la piscina. Como hemos señalado, esa no es su responsabilidad. Y, además, hay que tener en cuenta que el profesional realiza una labor preventiva. Su mirada no se centra únicamente en una persona, sino que acompaña a todos aquellos que visitan las instalaciones durante la jornada.
Hay días que son más tranquilos y otros en los que acuden más bañistas. También hay horarios en los que el entorno está más despejado y otros momentos que reúnen a un mayor número de personas. En consecuencia, es aconsejable que compruebes que no hay ninguna barrera que interfiere en tu campo visual cuando supervisas a tu hijo.
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