Las vacunas que protegen a nuestros bebés: Poliomielitis

Las vacunas que protegen a nuestros bebés: Poliomielitis

Escrito por: Belén    24 febrero 2011    2 minutos

Los bebés en España son vacunados contra la poliomielitis (polio) a los 2, 4, 6 y 18 meses. No ha habido ningún caso de esta enfermedad en nuestro país desde el año 1989, sin embargo la vacunación sigue siendo necesaria porque no se ha conseguido erradicar en todo el mundo. En algunos países de Africa y Asia sigue siendo endémica, concretamente en Nigeria, Afganistán, India y Pakistán. Desde que la OMS, Rotary International, UNICEF y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos se propusieron erradicarla en 1988, con la vacunación generalizada, se han reducido el 99 por ciento de los casos en el mundo. La cobertura en España (las personas vacunadas) es del 90 por ciento.

La poliomielitis es una enfermedad viral que puede afectar a los nervios y provocar una parálisis parcial o total. Se contagia por contacto directo entre personas por vía fecal-oral, saliva, heces y aguas contaminadas. Las personas más expuestas son los niños, embarazadas y ancianos, no vacunados. El virus entra por la boca y la nariz, se reproduce en la garganta y cuando llega al tracto intestinal es absorbido y se distribuye por la sangre y el sistema linfático.

Hay dos tipos de infección por polio, subclínica y clínica. La primera es la más frecuente, el 95 por ciento de los casos. Puede no provocar síntomas o que estos sean similares a un proceso gripal o catarral. En 72 horas aproximadamente desaparecerían. La infección clínica, aunque menos frecuente es muy grave ya que afecta al cerebro y la médula espinal. Se divide en poliomielitis no paralítica y paralítica. El pronóstico no suele ser de muerte, aunque puede dejar secuelas en el 10 por ciento de los casos. Algunos niños consiguen superar la parálisis, mientras que en otros es de por vida. El tratamiento consiste en paliar los efectos de la enfermedad, mientras la infección sigue su curso.

En el año 2004 la vacuna, que era oral y contenía poliovirus atenuados, se cambió por la inactivada inyectable. El motivo fue el riesgo excepcional de que causara polio paralítica. Esto ocurría en una de cada dos millones cuatrocientas mil dosis administradas. El riesgo de contagio es para las personas no vacunadas que viajan a países donde aún hay brotes, o la llegada de personas procedentes de esos lugares. La no vacunación de los niños es una irresponsabilidad social, ya que expone a los bebés más pequeños a la enfermedad. Recordemos que vivimos en un mundo en el que ya no hay distancias, y menos para los virus.

Vía | El Mundo
Foto | Flickr-Somos Medicina
Más información | Vacunas

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