Vacaciones en pareja y sin hijos: cómo afrontar sentimiento de culpa
Disfrutar de unos días de vacaciones en pareja es un objetivo que puede integrarse en el periodo estival de muchas familias. Sin embargo, la culpa suele ser un freno para padres y madres que, pese a contemplar las ventajas de esa posibilidad, no se sienten cómodos con la idea de distanciarse de sus hijos durante un periodo breve. El sentimiento de culpa puede surgir en diferentes decisiones o experiencias vinculadas con la maternidad o la paternidad. En ocasiones, genera altas dosis de sufrimiento o deriva en una forma de evitación de una situación que plantea alguna incomodidad.
Sin embargo, las vacaciones en pareja y sin hijos son valiosas para fortalecer las bases de la relación (que es previa al vínculo de padres). ¿Cómo manejar la culpa en este contexto?
1. Poner el foco en los beneficios que el viaje aporta a la pareja y los niños
La fuerza de la culpa irrumpe en el corto plazo, por ello, hace que dirijas la atención hacia lo inmediato. Pon el foco en el medio plazo, por ejemplo, en ese instante en el que regresas a casa tras unos felices días de viaje en pareja y te reencuentras con tus hijos. ¿Cómo crees que puede fortalecerte a ti, a tu pareja y a tu familia ese proceso?
2. La planificación es una herramienta de ayuda
El sentimiento de culpa crece cuando se alinea con la incertidumbre. Evidentemente, en el marco de un viaje en pareja también pueden producirse distintos imprevistos. Sin embargo, así como concretas todos los detalles de la estancia en el destino, también puedes aplicar el criterio de la planificación a otras cuestiones tan esenciales como el cuidado de los niños (durante los días en los que estés fuera de casa), la comunicación que mantendrás con ellos o la colaboración con la persona que esté con tus hijos en ese momento.
3. Cuidado con las creencias limitantes sobre el rol del buen padre o la buena madre
La culpa también puede surgir en el interior de quien, a pesar de querer disfrutar de unos días en pareja, no se da el permiso para vivir esa experiencia. Cree que ese comportamiento se aleja del modelo de paternidad o maternidad que le inspira cada día. Pues bien, es recomendable profundizar en las creencias limitantes que condicionan la libertad.
4. Dale su espacio al sentimiento de culpa pero no te recrees en él
Afrontar el sentimiento de culpa durante un viaje de pareja y sin hijos no significa reprimirlo o evitar su huella. No es fácil hacer que desaparezca, pero sí es posible minimizar el espacio que ocupa en el presente. Es decir, dirige tu atención hacia otros aspectos del viaje. Y no juzgues en un tono negativo ese sentimiento de culpa que a veces te invade en tu interior.
¿Qué le dirías a un padre o una madre que renuncia al placer de disfrutar de un viaje en pareja porque se siente culpable al plantearse esa posibilidad? Es probable que al analizar la situación con más distancia, tu punto de vista sea más positivo.
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