Usar a los niños como excusa de todo no está bien

Hace poco, cenando en un restaurante, escuché una frase en una tertulia que, en tono jocosa, está bien, pero creo que no se debe utilizar al pie de la letra. Decían «es bueno que haya niños en casa», como indicando que ya hay alguien a quien echarle la culpa cuando pasa algo, aunque sea insignificante. Pero creo que no debe ser tomado como algo habitual.

Hay padres que se escudan en los hijos para justificar errores que cometen o con intención de pedir algo a su entorno pero sin que les suponga el más mínimo esfuerzo. Esos planteamientos son injustos para el niño. Él no tiene la culpa de determinadas situaciones ni tampoco las ha creado. Él no ha pedido venir al mundo. No es la actitud correcta.

Ciertas familias deciden que es más fácil que los demás te den sin dar nada a cambio. Y utilizan como argumento a sus hijos. «Te lo pido por mis hijos», «no tengo para darles de comer, para comprarles pañales«. Cierto es, y en los tiempos actuales más, que hay familias sufriendo auténticos dramas en sus casas. Pero también hay gente que ve una vía rápida poner a sus hijos como excusa para causar lástima y conseguir su objetivo. No es la actitud correcta.

Otros pagan con sus hijos sus malestares y problemas, culpando a los pequeños de ello. Relacionando una mala racha o un suceso puntual negativo con el nacimiento del niño. «Si no hubiera nacido, no tendríamos estos problemas». No es así. Los problemas pueden ser causados por agentes externos o por nosotros mismos, pero nunca podemos volcar esa responsabilidad a un bebé de nuestros males. No es la actitud correcta.

Por suerte, hay millones de padres y madres que no adoptan esa postura. Que luchan, que pelean, que se sacrifican por sus hijos para que tengan un plácido presente y un prometedor futuro. Esa sí es la actitud correcta. Por ellos, este post sólo tiene cuatro o cinco párrafos.

Foto | sxc-contracox

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