La tortícolis en los niños

La tortícolis en los niños

Escrito por: Leticia   @leticiadelpino    22 julio 2017    3 minutos

Si bien parece un problema que pueden sufrir los adultos, en algunas oportunidades los niños también pueden padecer de tortícolis.

Si bien parece un problema que pueden sufrir los adultos, en algunas oportunidades los niños también pueden padecer de tortícolis, hoy hablaremos de este interesante tema. Puede suceder que en alguna oportunidad el niño se queje del dolor de cuello, especialmente si se ha quedado dormido en una posición incómoda.

La tortícolis se provoca cuando se duerme en una postura diferente a la normal o cuando los ligamentos y músculos del cuello o columna vertebran cambian de posición. Esto genera molestos tirones en los músculos y distensiones de ligamentos.

Algunos pequeños pueden tener tortícolis si, también, están sufriendo un resfriado o sufren de una infección en su garganta, ya que es consecuencia de la inflamación de los ganglios linfáticos presentes en el cuello. Al tener lesiones en el cuello o molestias en sus músculos generarán que se tensen.

La tortícolis es dolorosa y muy molesta, pero no deberá ser nada por lo que se deberá preocupar.

La tortícolis es dolorosa y muy molesta, pero no deberá ser nada por lo que se deberá preocupar. En la mayoría de los pequeños se pasará en apenas un par de días, solamente se tendrá que descansar y relajarse.

Síntomas y signos de la tortícolis

Es muy simple poder ver si los niños están sufriendo o no de tortícolis, se mostrará con un gran dolor en el cuello al intentarlo moverlo o sentirá que no puede girar la cabeza hacia un lado. Otro de los signos más característicos de este problema es que si la coloca la cabeza levemente inclinada hacia el lado dolorido el mentón se podrá ver orientado hacia la dirección opuesta, así se sentirá una relajación en el cuello.

Los pequeños que padecen tortícolis podrán tener un gran dolor al querer girar el cuello hacia el lado contrario al que le duele, o cuando se toca o presiona la zona afectada.

El diagnóstico de la tortícolis

Para poder diagnosticar este problema solo será necesario poder identificar los síntomas o realizar una exploración física. Si se ha lesionado el cuello o siente dolor muscular y los síntomas no se mejoran al paso de unos pocos días lo ideal será realizar una radiografía con el fin de evaluar la posición de la columna vertebral.

En términos generales se puede decir que se trata de un espasmo doloroso que tiene sus orígenes en la inflamación o que llega afectar a los músculos del cuello. Aparece como un dolor repentino y muy agudo en la parte lateral y posterior del cuello o en la parte superior del dorso.

La tortícolis se puede dar por diferentes causas, entre ellas encontramos una mala postura de los niños que se ha mantenido por algún tiempo o por haber dormido mal, también puede ser generada al tener la columna vertebral no alineada o haber realizado un esfuerzo excesivo.

El mejor tratamiento para la tortícolis es descansar, en solo unos días los músculos se relajarán y dejarán de doler. No se aconseja forzar el movimiento ya que se empeorará la situación.

En algunas oportunidades es aconsejable acudir al médico: cuando esta lesión se debe a un golpe o accidente, si se perdió la sensibilidad en la mano o en el brazo, si el dolor es insoportable y no puede ni dormir del dolor, y si las molestias empeoran al pasar los tres días.

Vía | Kidshealth
Foto | Pixabay – Marciabispo2013

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