Tomar antidepresivos en el embarazo puede retrasar el desarrollo del bebé

Desde hace unos años se puso de moda la depresión y parecía que todo el mundo tenía que tomar antidepresivos para ver la vida con más optimismo. Afortunadamente, aquella época ya pasó. Sin embargo, aún mucha gente toma antidepresivos, muchas veces incluso, sin necesitarlos. En el caso de las mujeres embarazadas, la depresión también se da con relativa frecuencia (entre una y dos de cada diez) y, según los expertos, es preciso tratarla.

Hoy sabemos que la ingesta de estas medicinas durante el embarazo puede llegar a provocar retrasos en el desarrollo del futuro bebé. Y es que los principios activos que contienen estas medicinas hacen que el feto tarde más en alcanzar las etapas normales de desarrollo.

Así lo reflejan los resultados de un estudio danés publicado por la revista científica Pediatrics. Un informe que ha sido elaborado por el equipo del doctor Lars Henning Pedersen, del Hospital Universitario Aarhus, en Dinamarca.

En palabras de este especialista: «Este tipo de fármacos (los antidepresivos) alteran el cerebro fetal«, un retraso que «no afectaría en absoluto al bebé», dijo.

Parece ser que la sustancia química a la que apuntan estas medicinas, la serotonina, participa en muchas funciones biológicas además del estado de ánimo como son la atención, el apetito y el desarrollo del cerebro. Este sería el motivo por el que afectaría al desarrollo del bebé.

Por tanto estos fármacos hacen su función en la mujer embarazada con depresión, pero se desconocen con exactitud la reacción que tienen en el feto y cuánto duran sus efectos potenciales.

Los principales retrasos de los bebés observados en el estudio se refirieron a la psicomotricidad gruesa. Estudios anteriores demostraron un aumento de la sensibilidad al dolor y de riesgo coronario en los niños cuyas madres fueron tratadas con estas medicinas.

Sin embargo y a pesar de estos resultados, los médicos señalan que la embarazada con depresión debe ser tratada ya que su salud está en riesgo. Por tanto y hasta que se investigue más en este sentido, el experto señaló que «es cuestión de equilibrar los beneficios y los riesgos para la madre y el bebé».

Vía | Público
Foto | teresawer en Flickr

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