Tiranía de la felicidad: 5 ejemplos en el ámbito familiar

La tiranía de la felicidad hace referencia a la imposición social de mostrar una imagen de alegría permanente ante las circunstancias. Es decir, pone el acento en la expresión de emociones y sentimientos agradables. Con frecuencia, refleja una visión idealizada del optimismo. Desde este punto de vista, el ser humano individual parece el responsable absoluto de aquello que le ocurre o de cómo se siente en relación con los acontecimientos que le afectan personalmente.

Esta imagen de la felicidad tiende a etiquetar la tristeza, la desilusión o la frustración como experiencias negativas. La tiranía de la felicidad genera un alto nivel de sufrimiento añadido en un periodo, como el actual, que es muy complejo en sí mismo. El alto nivel de incertidumbre a medio o largo plazo, con el que conviven personas y familias, así lo ejemplifica. Pues bien, la tiranía de la felicidad también se manifiesta a través de casos frecuentes en el ámbito familiar.

1. Cuando la felicidad se convierte en una obligación en la maternidad

En la experiencia de la maternidad real hay espacio para todo tipo de emociones. De hecho, una madre también puede sentirse frágil y vulnerable. Sin embargo, la protagonista convive en un entorno que está condicionado por las creencias que giran alrededor de una visión idealizada de la maternidad (que están tan arraigadas en el contexto social).

2. La tiranía de la felicidad en las familias perfectas

Apariencia y realidad no muestran una armonía auténtica en la convivencia de las familias que proyectan una imagen de perfección. Sin embargo, invierten un alto nivel de esfuerzo en mantener esta posición ante los otros. La tiranía de la felicidad, contextualizada en el ámbito de una familia perfecta, tiende a confundir el significado del éxito o el fracaso.

3. La imposición de la felicidad y su conexión con la infancia

La visión idealizada de la felicidad no solo puede materializarse en la maternidad, sino también en la niñez. Sin embargo, la creencia de que la infancia es, a grandes rasgos, una etapa maravillosa, se rompe a través del testimonio de quienes, en la madurez, todavía recuerdan el sufrimiento experimentado en sus primeros años de vida.

4. La felicidad navideña en familias con niños

La tiranía de la felicidad adquiere una mayor visibilidad en periodos concretos del año: Navidad y vacaciones. El propio consumidor de los mensajes publicitarios puede percibir la distancia existente entre la realidad que observa en las campañas y su situación personal.

Los regalos, las celebraciones o los reencuentros no siempre derivan en un estado de bienestar generalizado. Ya que, además, las familias también conviven con ausencias, dificultades económicas e incertidumbre ante el nuevo año.

5. Tiranía de la felicidad en las redes sociales

Actualmente, la maternidad y la vida familiar también encuentran una forma de expresión y comunicación en redes sociales. Con frecuencia, las imágenes compartidas exteriorizan una rutina de ensueño ante quienes observan esa información.

Es decir, la tiranía de la felicidad se percibe como una imposición en diferentes ámbitos de la vida familiar: la maternidad, los hogares que proyectan una imagen de perfección, la infancia, la Navidad o las publicaciones en redes sociales.

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