Terremotos con niños, ¿qué hacer mientras sucede?

Terremotos con niños, ¿qué hacer mientras sucede?

Escrito por: María Fuentes Gimeno   @MariaFuentesGim    14 mayo 2015    3 minutos

De repente, empiezas a sentirlo: la casa se mece, los cristales tiemblan y el ascensor parece un cubito de hielo en una coctelera. Está temblando. Tu hijo te mira buscando una respuesta, quieren saber si lo que está sucediendo es divertido o hay que asustarse. Su reacción depende de ti. Es hora de actuar.

Un terremoto es el movimiento que se produce al friccionarse dos o más capas tectónicas. Los terremotos pueden ser oscilatorios (uno siente que el suelo se mueve como el péndulo de un reloj) o trepitatorios (el suelo salta) y pueden tener distinta intensidad o duración. La magnitud de estas últimas, así como las condiciones urbanísticas determinarán el peligro en el que nos encontremos. Pero lo fundamental es mantener la calma.

Nuestro hijo nos está mirando y lo que menos necesitamos en estos momentos es que se asuste. Debe saber que es una situación importante y que tiene que obedecer, rápidamente, a todo aquello que le digamos. No es el momento de responder ni de correr y tampoco de escalarse a nosotros (si ya puede andar con autonomía).

Lo que haremos a continuación vendrá determinado por el lugar en el que nos encontremos.

En casa

Si estamos en casa y hay una salida rápida a la calle (es decir, sin necesidad de bajar demasiadas escaleras), haremos que nuestros hijos salgan en orden, sin empujar y sin gritar (deben estar atentos a tu voz).

En el caso de que estemos en un edificio de varias plantas hay que saber que bajo ningún concepto cogeremos el ascensor (es fácil recordarlo, el ruido de su chocar contra las paredes disuade a cualquiera). Durante el sismo y sobre todo si estamos a varias plantas de altura, no es recomendable bajar las escaleras ya que con el vaivén podríamos ocasionar una caída en cadena. En este caso, hay que buscar un lugar seguro, es decir, los puntos de mayor fuerza de los edificios (tales como los pilares, los marcos de las puertas, esquinas, etc…) y alejarnos de las ventanas, vitrinas, tragaluces, espejos y muebles pesados.

También podemos proteger a nuestros hijos debajo de mesas o escritorios (no de cristal) que sean resistentes. En este caso les ordenaremos que se cubran la cabeza con las manos y la pongan entre las rodillas.

Una vez termine el terremoto, desalojaremos el edifico de manera ordenada y sin que los niños corran.

En la calle

Habrá que buscar un lugar seguro lejos de todo aquello que se nos pueda caer encima: edificios, macetas, tejas, postes de luz, etc.

Evitar quedarse parado sobre alcantarillas o tomas de registro.

En lugares con mucha gente.

En estos casos, uno de los peligros más grande es la estampida de personas. Nosotros estamos con niños, los más vulnerables por tamaño y fuerza en estas situaciones. Por lo tanto, si estamos lejos de la salida, lo mejor es quedarnos en el lugar y adoptar la posición de seguridad.

En el coche.

Alejarnos de puentes, postes y pasos elevados. Parar en un lugar abierto y permanecer en el vehículo.

Vía | SSN
Foto | Flicker-JoaquínAlejandroMartinez

Reportajes


Comentarios cerrados