Teoría Baumrind: 3 tipos de padres y modelos de crianza
Tener hijos no es sólo un acontecimiento biológico que sucede porque así lo ha decidido la naturaleza y así nos lo exige la sociedad. El hecho de ser padres supone una responsabilidad, que durará de por vida, y que es mucho más importante y relevante de lo que a simple vista pudiera parecer. Por eso, cuando un niño viene a nuestra vida, es necesario ser conscientes del camino que debemos recorrer juntos y de cómo hacerlo de la mejor manera.
Todos los padres nos equivocamos, en algún momento, durante la educación de nuestros hijos. Intentar ser perfectos es ya el primer error, pero también podemos limar ciertas asperezas en nuestro carácter o conocer nuestras debilidades, para ofrecer el mejor apoyo a nuestros hijos. La psicóloga estadounidense Diana Baumrind ha creado una teoría en la que relaciona el comportamiento de los padres, que lleva intrínseco un modelo de crianza determinado, y el resultado que obtiene en los niños. ¿Quieres conocerla?
Tres modelos de padres, tres crianzas diferentes
Según Baumrind, los padres, con respecto a la crianza, nos dividimos en tres categorías: Autoritario, Permisivo y Democrático. Cada uno de ellos tiene unos comportamientos totalmente distintos y así se reflejan en el carácter y comportamiento de sus hijos.
Llegó a estas conclusiones después de estudiar a numerosos grupos de escolares, y a sus familias, para descubrir que, de forma global, nuestro modo de crianza se ajustaba a sólo tres modelos. De hecho, sus estudios han sido totalmente reveladores, siendo publicados en distintas revistas especializadas y sirviendo como base a otros tantos estudiosos de la educación infantil.
Autoritario, Permisivo o Democrático ¿En qué grupo estás?
AUTORITARIO. En este grupo entrarían los padres que exigen mucho a sus hijos y, sin embargo, no ofrecen alternativas u otros puntos de vista. Su frase más famosa es: «Esto lo haces porque lo mando yo» o «Es así porque yo lo digo». Aplican una educación firme y rígida, por lo tanto los niños no tienen nada que aportar ni decidir. Esto les lleva a ser niños inseguros, que no se relacionan con normalidad en la sociedad y en la escuela tienden a no finalizar sus tareas, además no tienen iniciativa propia ya que necesitan de órdenes para poder avanzar.
PERMISIVO. Es el que se encuentra en el otro lado de la balanza frente al autoritario. En este caso, el padre permisivo no fija ningún control sobre su hijo, no atiende a reglas ni normas, y deja que su hijo haga todo lo que le plazca en cualquier momento. El gran problema de estos niños es que no entienden que la sociedad sí impone una serie de límites que hay que cumplir, por lo que llegan a ser, casi, unos inadaptados en un mundo que le es hostil. Suelen ser impulsivos y carecen de autocontrol, por lo que la relación con los demás es bastante complicada.
DEMOCRÁTICO. Se trata, sin duda, del modelo más acertado ya que comparte ciertas ideas con el modelo autoritario pero sin esa presión y estrictos límites que impone. Los padres democráticos son los que animan a sus hijos a ser independientes y valerse por sí mismos, además de ser comunicativos y respetuosos con los demás. Son fieles seguidores de las normas y las reglas que impone la sociedad y la buena educación, pero al mismo tiempo son razonables, escuchan a sus hijos y dan calidez y comprensión a sus razonamientos. Con ello consiguen crear niños maduros, libres y seguros de sí mismos.
Fotos | Pixabay – Tunaolger y Sorpréndeme
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