Tener un padre afectivo y cercano: beneficios para el bebé
Existen distintas maneras de entender la paternidad. Sin embargo, un padre cercano, afectivo y presente produce numerosos beneficios en la vida de su hijo. Por ello, explicamos cuáles son los aspectos clave y cómo impactan en el bebé.
1. Un referente de vida: deja huella en la memoria
Los progenitores son figuras de referencia para sus hijos, especialmente, durante la infancia. Sin embargo, la admiración, cuando se sostiene a largo plazo, va más allá del rol en sí mismo. Es decir, un padre afectivo y presente crea recuerdos y momentos especiales con su hijo. Y esos ingredientes se convierten en un valioso legado.
2. Prevenir carencias afectivas que causan mucho dolor en la etapa adulta
Algunas carencias afectivas de la infancia se hacen visibles en la etapa adulta a través de heridas que causan un impacto notable en la felicidad. Las causas de las carencias afectivas pueden estar en conexión con distintos factores como, por ejemplo, un estilo de crianza autoritario, rígido o inflexible que deja poco espacio a la comunicación, la calidez y la expresión del amor. Un padre presente, por el contrario, ofrece caricias emocionales que nutren la autoestima.
3. Un padre que participa en las diferentes esferas de la vida de su hijo
Un padre presente y cercano es alguien que se implica no solo en los cuidados, sino también en los juegos o en la comunicación con el centro educativo. Es decir, participa de forma activa en las experiencias que forman parte de su proceso de crecimiento y acompaña de manera consciente a su hijo.
4. Padres que educan desde la inteligencia emocional y social
Existen diferentes creencias que muestran una visión limitante sobre las emociones y los sentimientos. La calidez, la conexión emocional y la cercanía se han vinculado, con frecuencia, con el rol materno.
Sin embargo, el papel de un padre presente es clave para superar los estereotipos tradicionales. Es alguien que integra la inteligencia emocional en la educación y crianza de su hijo.
5. Escucha activa y acompañamiento
Es importante que un padre conozca a su hijo. Estar presente en la vida del niño es esencial para descubrirle realmente. La escucha activa es un factor relevante en relación con la inteligencia emocional. Y la capacidad de atención va más allá de la palabra, también pone el acento en el lenguaje corporal, los gestos o el comportamiento.
6. Bienestar
Tener un padre cercano y afectivo en la infancia produce beneficios a largo plazo. De hecho, su huella se percibe con más claridad y nitidez tras el paso del tiempo. Las fortalezas de este tipo de paternidad repercuten directamente en el bienestar del hijo. El bienestar que aporta esta conexión se percibe desde una doble dirección. Es decir, cuida del hijo y le fortalece en su mundo interno. Por otra parte, también eleva el nivel de resiliencia paterna y de autoconciencia.
Ser un padre presente y cercano no es fruto del azar, sino una circunstancia que depende, principalmente, de la propia elección personal.
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