La televisión que ven nuestros niños y la que veíamos nosotros

Seguro que en alguna ocasión os habrá pasado lo que a mí, sentados frente a la televisión es inevitable hacer una comparativa de aquellos programas que nosotros veíamos en la pequeña pantalla y los que ven nuestros niños en la actualidad. No hace falta ser un experto analista en contenidos televisivos, para darnos cuenta que las diferencias son abismales.

Dejando a un lado cuáles pueden resultar más beneficiosos, las diferencias más aparentes se pueden ver a simple vista y debido a tres aspectos fundamentales: la duración, la temática y el formato.

La duración de los programas infantiles ha variado de manera espectacular. Hace unas décadas estos programas eran largos, se extendían durante varias horas y tenía un ritmo lento, como para que los niños de entonces fuéramos asimilando las cosas poco a poco. En cambio ahora todo sucede de forma más rápida, estos programas duran, como mucho, 15 minutos y el desarrollo de los acontecimientos se produce de forma muy rápida.

En cuanto a los temas hemos pasado de aquellos que nos llevaban a reflexionar sobre la familia o el amor fraternal, a ampliarlos con otros valores como el respeto, la solidaridad, la honradez o el tesón. Especialmente en las series de dibujos infantiles, se suele hablar de forma directa, y sin trabas, sobre cuestiones que, hace unos años, nos parecían impensables. Otros temas que han arrancado con gran fuerza son los concursos en los que tienen que demostrar habilidades con la canción o con la cocina.

El formato es otro de los aspectos fundamentales que ha variado en estos años. Con la llegada de cadenas de televisión creadas únicamente para los niños, se han cambiado los formatos de los programas. Antes era un programa largo que contenía distintos espacios y conducido, generalmente, por un par de presentadores jóvenes. Ahora, en cambio, las series van por libres y los peques eligen cuándo verlas, especialmente al utilizar la tecnología para ello.

Vía | Ser Padres
Foto | CNN México

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