Técnicas de relajación para los niños en su infancia

Y esa misión corresponde a los padres que deben entender esa manera de relajación más como algo divertido que como algo obligatorio. Tener un entorno tranquilo ayuda mucho a conseguir ese clímax de relajación. Se puede empezar a aplicar justo antes de ir a dormir.

Al conseguir la relajación del niño en ese camino, podremos hacer que su paso hacia el sueño sea más placentero y calmado. Básicamente, se puede aplicar a través de los cuentos. Relatos en los que el niño actúe como los personajes que aparecen. Debemos tener en cuenta que interesa que el final del cuento, acabe con un personaje tranquilo y relajado que se va a dormir. Así le será más fácil al niño por imitarlo.

Diferentes tipos de personajes o de animales son importantes en los cuentos que se relaten antes de dormir. Sobre todo, conseguir ese contraste de acciones más activas y otras más relajadas, para que, finalmente, el niño se quede imitando al personaje o animal que acaba tranquilo y dormido.

Usar algún tipo de objeto como una pelota de goma, ayuda a practicar e identificar la tensión y distensión. Al tener una pelota en la mano, puede apretar y aflojar la presión sobre la misma, llegando a obtener un punto de calma que le conducirá a la relajación total.

Otras dinámicas son los ejercicios de respiración. Aprender a inspirar por la nariz y expulsar el aire por la boca de manera tranquila se pueden relacionar con la imagen de un globo que se hincha y se deshincha. El niño, al imitar la acción del globo, poco a poco también conseguirá obtener una relajación ideal para afrontar el sueño.

Durante esta etapa, el objetivo es que el niño se empiece a familiarizar con la relajación y la tranquilidad. Aunque el no entienda el verdadero sentido que tienen, servirá para poder potenciarlas a una edad mayor con otro tipo de técnicas, juegos y actividades.

Vía | psicodiagnosis.es
Foto | sxc-papaleguas

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