Técnicas de estudio: ¿Cómo ayudar a tu hijo a repasar?
El repaso es una de las técnicas de estudio más importantes en aquellos niveles educativos en los que los alumnos afrontan un mayor nivel de dificultad. Pues bien, la base de las técnicas de estudio también puede empezar a asentarse durante la infancia a través del repaso de contenidos más breves que se adaptan a la edad del estudiante. ¿Cómo puedes ayudar a tu hijo durante el repaso?
1. Hazle preguntas sobre el contenido
La pregunta es un medio de ayuda para aplicar esta técnica de estudio. Puedes plantear diferentes cuestiones para que el niño responda con aquellos datos que ya conoce. La respuesta puede ayudarle a descubrir lo que ya sabe y, además, es clave para identificar aquellos puntos en los que debe reforzar el repaso.
2. Anímale a explicar la información con sus propias palabras
En ocasiones, el repaso parece complementarse con la memorización. De este modo, el niño intenta expresar al pie de la letra la información disponible en un apartado en concreto. Pues bien, anímale a ir más allá de la memorización para expresar la cuestión a través de sus palabras.
3. Repaso a partir del subrayado
También es posible poner en conexión diferentes técnicas de estudio durante el proceso de aprendizaje. Y el subrayado ofrece una buena base para realizar el repaso posterior puesto que pone el acento en los conceptos más importantes.
4. Repasar a partir de ejercicios realizados
El formato del repaso puede cambiar en función de cuáles son las características específicas del objeto de estudio. Por ejemplo, los ejemplos realizados en clase son claves para entender cómo se realiza un ejercicio matemático. A partir de las referencias previas, es posible profundizar en el paso a paso que permite resolver un dato específico.
5. Hacer un pequeño recuerdo de lo realizado el día anterior
Una rutina de estudio gira en torno a una secuencia que muestra una organización del tiempo que está estructurada de manera similar. Es decir, es un proceso que aporta un orden de pasos durante la realización de las tareas. Pues bien, el repaso también permite poner en conexión la jornada presente con las tareas del día anterior.
Así como es aconsejable ordenar la mesa de estudio antes de empezar a hacer los deberes, también es posible iniciar una nueva jornada con un recuerdo de las tareas llevadas a cabo en el día previo.
6. Clases de técnicas de estudio
El repaso es una técnica que se suma a una amplia lista de herramientas disponibles: hacer esquemas, subrayar, utilizar tarjetas o la lectura comprensiva son solo algunas de las diferentes alternativas disponibles. Pues bien, los talleres y clases sobre técnicas de estudio ofrecen una formación completa sobre la materia. Potencian la autonomía del alumno para afrontar nuevos retos de conocimiento.
7. Aplica el repaso a otros contextos de la rutina
El repaso tiene una finalidad educativa cuando se aplica como técnica de estudio. Sin embargo, también es posible aplicar ese enfoque a otros objetivos y situaciones. Por ejemplo, es posible hacer un repaso a modo de agradecimiento para cultivar la gratitud en familia por los momentos felices vividos durante el día. No se trata de elaborar una lista detallada de motivos para afianzar este hábito, sino que puede ser suficiente con nombrar tres o cuatro ejemplos.
¿Cómo ayudar a tu hijo a practicar el repaso como técnica de estudio? Es importante que él se ocupe de sus tareas y deberes, pero puedes brindarle tu apoyo y tu compañía.
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