También es importante la edad del padre

Ya está bien de que seamos las mujeres las únicas que tengamos que cargar solas con ese ‘San Benito’ de que con los años se disminuye la capacidad de procreación. No vamos a negar que es totalmente cierto que, al mismo tiempo que envejece nuestro cutis, por ejemplo, también lo hacen nuestros óvulos. Pero en el hombre, algo parecido sucede.

Recientemente se ha hecho un estudio en la Universidad de Whasington (EEUU) donde los padres ‘maduros’ sufren más problemas de infertilidad que aquellos jóvenes. Además generan un mayor número de espermatozoides con alteraciones cromosómicas. Las enfermedades que aparecen con mayor frecuencia en padres de 45 a 50 años son el autismo y la esquizofrenia.

Más inconvenientes para lo papás ‘añosos’ pueden ser que, por ejemplo, su pareja corre más riesgo para sufrir un aborto espontáneo. También se conoce la posibilidad que, más allá de los cincuenta en el progenitor, el pequeño pueda sufrir Síndrome de Down. Pero si además unimos a la edad, el sobrepeso y el exceso de grasa, conseguimos niveles muy bajos de testosterona, con lo cual es más fácil que sufra infertilidad. También se ha evaluado la edad paternal para el desarrollo intelectual de nuestro bebé, llegando a la conclusión que, al revés que sucede con las madres, nuestro hijo será más inteligente si el padre es joven.

La Sociedad Americana de Medicina Reproductiva ha establecido el límite en 40 años para los donantes de semen y en Inglaterra, para garantizar espermatozoides de buena calidad, sólo los permiten hasta los 39. Según comunica el doctor Fish: » A la vez que el cuerpo envejece, no hay ninguna razón para pensar que las células del esperma no fueran a envejecer». Una conclusión que nos desmonta el mito aquel de que un hombre es fértil hasta el final de sus días.

Vía | Crecer feliz

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