Talento: cómo potenciar las capacidades de tu hijo

El talento es un concepto que parece tener una gran trascendencia en el ámbito académico y profesional. El talento es un don, pero también es un ingrediente potencial que se desarrolla a lo largo de la vida por medio de la práctica de capacidades, habilidades y destrezas. Aunque no existe una única edad para cultivar el talento, la infancia y la adolescencia, vinculadas con el descubrimiento, el desarrollo y el crecimiento, adquieren una trascendencia añadida. ¿Cómo potenciar el talento, las capacidades y las habilidades de tu hijo?
1. Experimentación: facilitar el acceso a diferentes actividades
El desarrollo de habilidades está muy vinculado con la experimentación y el contacto con diferentes actividades. Por ello, más allá de las pantallas, conviene integrar diferentes propuestas de ocio durante el tiempo libre: viajes, deporte, visitas a museos, contacto con la naturaleza, lectura en la biblioteca, juegos…
2. No le limites ni le condiciones con ideas concretas
El talento, como hemos indicado, conecta con el plano de la exploración, el descubrimiento y la experimentación. Es decir, crece de forma gradual. Sin embargo, no existe un único tipo de talento ni un tiempo establecido para desarrollarlo. Tú puedes tener tu propia visión del talento o el éxito. Pues bien, no condiciones a tu hijo desde tu punto de vista externo en una dirección determinada. El talento tiene diferentes caminos y vías para desarrollarse.
3. Alimenta su curiosidad y sus ganas de saber más
El desarrollo del talento en cualquier edad también está muy vinculado con la curiosidad y la creatividad. Alimenta en tu hijo el deseo de saber más a través de preguntas, planes culturales, conversaciones familiares alrededor de la mesa y, también, mediante tu propio ejemplo. La curiosidad alimenta el saber, conduce a nuevas respuestas, pero también facilita el acceso a nuevas preguntas.
4. Educa a tu hijo desde un ángulo integral
Existen muchos factores que inciden en el talento como, por ejemplo, los valores, el respeto, el trabajo en equipo, la constancia, la sensibilidad… Es decir, la educación integral y la formación en valores también son esenciales para nutrir las bases del talento desde un enfoque humanista.
5. Refuerzo y motivación externa
Existen distintas circunstancias y variables del entorno familiar, cultural o académico que pueden influir en la formación del talento. Pues bien, uno de los ingredientes más significativos en este contexto es el refuerzo positivo y la motivación externa.
6. Referentes positivos
¿Cómo ofrecer una imagen positiva del talento a través de un modelo o un ejemplo a seguir? Los referentes son muy influyentes en este contexto. De un modo positivo, destacan aquellos que se comprometen con un proyecto centrado en el esfuerzo, la constancia y la superación personal.
¿Cómo potenciar el talento, las habilidades y las capacidades de tu hijo? Observa y valora cada paso que da con admiración y empatía. Y contempla su propio desarrollo potencial a través de la confianza.
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