Existen diferentes razones que pueden generar que una mujer embarazada tenga su visión borrosa, de este interesante tema hablaremos en la siguiente entrada.
Ya han finalizado las vacaciones de verano y todos hemos vuelto a nuestra rutina. Los papás al trabajo y los niños al cole. Aunque el tiempo del verano y el ocio nos ha aportado descanso y mucha diversión, también es importante no olvidar que el sol, la playa, el cloro de las piscinas o la arena, nos han producido algún que otro desgaste que es necesario aliviar.
Gracias al uso de lentes de contacto se podrá mejorar la visión y mantener en perfecto estado los ojos, pero sabemos que usarlos puede requerir más trabajo que usar gafas. En la siguiente entrada nos referiremos a la edad más adecuada para comenzar a utilizarlos y si todos los niños podrían hacerlo.
Si notaste que tu visión en el embarazo está teniendo cambios no dejes de leer la siguiente entrada. Comenzaremos por decirte que en ocasiones los problemas en la visión se generan por los mareos que se producen al levantarse muy rápido, ya que existe una reducción en la cantidad de sangre que llegaría al cerebro, así la visión se volvería borrosa y aparecería una sensación de mareo.
El mundo de la tecnología ha logrado acaparar, casi por completo, el mundo de la diversión para los niños. Raro es el pequeño que no tiene su videojuego, smartphone o tablet con la que jugar de un modo diferente a lo que lo han hecho sus padres o abuelos. Las pantallas se han convertido en el objetivo principal del ocio infantil. Pero, ¿es tan inocuo como parece?
Detectar los problemas de visión en los niños no siempre es fácil. Salvo que ellos lo manifiesten abiertamente o presenten cualquier síntoma físico, como fuertes jaquecas o guiños extremos, resulta complicado que por sí mismos se den cuenta. Es así como al resultarle más difícil ver la pizarra en el colegio o centrarse en los libros, su interés y concentración por el estudio van abandonándose, llegando en muchos casos, al fracaso escolar.
Una de las características principales, y más llamativas, de los bebés recién nacidos son sus ojos. Esas dos inmensas ventanas que nos miran como queriendo descubrir qué sucede a su alrededor y cómo ha cambiado el paisaje desde el útero materno. La explosión de luz que les rodea, los ambientes cambiantes y la intensidad de los movimientos deben ser como un carrusel de emociones que les embarga y abruma tras el parto.
Los problemas de visión de los niños no suelen ser fáciles de detectar, aunque algunos gestos cotidianos nos pueden ofrecer algunas pistas: guiñar los ojos con demasiada frecuencia, quejarse de dolores de cabeza o un continuo lagrimeo debido al esfuerzo por enfocar bien la mirada. Ya cuando acuden a la escuela suelen quejarse de no ver bien la pizarra o sentir como se le emborronan las páginas de los libros. Sea como sea, es importante que podamos detectarlo a tiempo para poner las medidas oportunas.