El próximo sábado, 25 de noviembre, arranca una nueva edición del festival de artes escénicas para bebés y niños, "El Desván de Valladolid", una nueva cita con los espectáculos más representativos de nuestro panorama teatral infantil, y con los que los peques van a tomar su primer contacto con el mundo de la escena y sus sorpresas.
En los últimos tiempos hemos podido comprobar, con inmensa alegría, como los espectáculos y propuestas escénicas para los niños han ido aumentando considerablemente. Es así como podemos ofrecer a nuestros peques una forma distinta de vivir el tiempo de ocio, haciendo que la diversión se convierta, además, en una fuente de conocimientos y reflexión.
Hay ciertos conceptos que nos da la impresión que no se pueden combinar nunca. Si pensamos en entretenimientos para los bebés, seguramente nos imaginamos en casa, jugando con él, haciéndole cosquillas, enseñándole a manejar el sonajero o leyéndoles su cuento favorito por enésima vez. Sin embargo si decimos que para que un bebé se divierta tenemos dos elementos tan dispares como la ciencia y el teatro, seguramente creeremos que estamos delirando.
Si de pronto les decimos a los niños que tienen que visitar, necesariamente, un museo de ciencias, seguramente nos pondrán mala cara o querrán escaparse con cualquier excusa. La palabra museo, a menudo, parece relacionarse con lugares aburridos donde los niños no entienden nada y sólo los adultos eruditos encuentran su razón de ser. Menos mal que esta definición ya está en el olvido.
El Museo de la Ciencia de Valladolid es especialista en organizar actividades para los más pequeños que consiguen atraer su interés por los temas científicos y relacionados con el mundo de las ciencias. De esta forma aprenden, mientras se divierten, consiguiendo que asienten sus conocimientos aprendidos en la escuela o se abran a nuevos temas, con la seguridad de que, siempre que sea de forma divertida, no los olvidarán.
A los niños les encanta crear, imaginar, divertirse buscando ideas y, también, escribirlas. Los concursos literarios resultan ser una opción estupenda para que los peques fomenten sus habilidades lingüísticas y, además, se sientan motivados ante un reto único y distinto. Si somos capaces de enfocarlo como un juego resultará ser una de las tareas más creativas y satisfactorias que podemos ofrecerles.
Los museos han dejado de ser esos espacios solemnes donde el silencio envolvía a la historia y a la ciencia como un manto de sabiduría extrema. Así que no es de extrañar que los niños se sintieran aburridos y ajenos a ese mundo elitista y lejano. Ahora los museos han abierto sus puertas a la diversión y a la inocencia que provoca la infancia en sus múltiples descubrimientos, volviéndose lugares llenos de magia y encanto donde la vida transita con impecable alegría.
El verano es una época ideal para que los niños se diviertan. Tiempo de alegría, diversión y libertad, pero también puede ser un momento ideal para aprovechar ese ocio y, además de divertirse, aprendan cosas nuevas. Hablar a los niños de ciencia, puede resultar de lo más aburrido, especialmente cuando lo explicamos todo de forma literal, con términos demasiado técnicos o con la gran opulencia y profundidad que esta materia exige. Pero ¿te imaginas que aprendan ciencia mientras juegan?
Aprovechando que los niños están disfrutando de sus merecidas vacaciones de Semana Santa y Pascua, son muchos los centros culturales, científicos y artísticos que han programado una serie de actividades especiales para acercar a los niños hasta sus instalaciones. Uno de ellos es el Museo de la Ciencia de Valladolid que, si bien durante todo el año guarda un hueco muy especial para los más pequeños, es ahora, a lo largo de estas semanas, cuando intensifica, si cabe todavía más, su oferta infantil. Juegos y entretenimiento que, de una forma lúdica y muy divertida, acercan a los niños al apasionante mundo de la ciencia.
Uno de los musicales que más éxito está logrando en nuestro país, más allá de triunfar en todo el mundo, es "Los Miserables". Este hermoso espectáculo, que nos habla de lucha, tesón y constancia, ha sabido abrirse un hueco entre el corazón de unos espectadores que, especialmente en estos tiempos, se sienten más sensibilizados con una historia que resulta inmortal.
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