Han pasado seis meses desde que un terremoto asolara Haití y ya no ocupa los titulares de la prensa. Pero que no sea noticia de portada no quiere decir que todo esté recuperado. En este tiempo han sido numerosas las organizaciones que han estado trabajando y luchando por devolver algo de normalidad al país o al menos dotarle de infraestructuras mínimas. Unicef es, por supuesto, una de ellas y han conseguido llegar a 1.200.000 personas.
No es necesario recordar que estar embarazada no es estar enferma, afortunadamente nuestro cuerpo, durante esos nueve meses, a pesar de las molestias, cambios físicos y otros trastornos que nos puedan sobrevenir, se convierte en un milagroso receptáculo donde la semilla de la vida se expande con toda su plenitud. Y es tal la responsabilidad, sin excesos ni obsesiones, que debemos cuidarlo y cuidarnos con todo el mimo posible.
Seguramente más de uno ya estáis planeando vuestras vacaciones. Siempre que la salud no lo impida, tener un bebé no significa quedarse encerrado en casa, es más, si sois de los que os gusta viajar ya podéis ir acostumbrando al pequeño a que se inicie en tan estupenda afición, son algunos años que le esperan, al menos hasta que se independice, que le toca acatar las preferencias de papá y mamá, así que cuanto antes se haga a la idea, mucho mejor.
Casi todo el mundo que puede permitírselo, en mayor o en menor medida, ya está planificando sus viajecitos, buscando hoteles y mirando billetes de avión baratos para el verano que ya se aproxima. Estar embarazada no es un inconveniente para disfrutar de esas merecidas vacaciones, sólo hay que tener en cuenta una serie de consejos para evitar complicaciones en la gestación.
El sarampión es una enfermedad típicamente infantil que está practicamente erradicada en Europa, aunque de vez en cuando hay algún brote localizado, como sucedió recientemente en la provincia de Murcia. Ante estos brotes se ha realizado una investigación para comprobar la inmunidad de los menores de doce meses, antes de recibir la vacunación.
La mayoría recordamos el sarampión como una de las enfermedades típicas de niños, que se trataba con paracetamol y reposo. En principio no es más que eso, pero tiene un alto riesgo de complicaciones como bronquitis, encefalitis, otitis o neumonía, que la convierten en una enfermedad peligrosa. Por eso la vacuna contra el sarampión forma parte del calendario vacunal, y gracias a ello está prácticamente erradicada en España y Europa.
Casi todos los padres lo pasamos realmente mal cuando llega el momento de vacunar al bebé. Lo hacemos porque sabemos que son necesarias pero con gusto les evitaríamos el pinchazo, el dolor y el berrinche posterior. Parece que no somos los únicos por preocuparnos de esos incómodos momentos y hay científicos que investigan como paliar el "sufrimiento".
Recientemente se ha detectado un virus porcino en una de las vacunas contra el rotavirus, Rotarix. Tras la alarma inicial se han realizado las oportunas comprobaciones y la Agencia Europea del Medicamento (EMEA) ha concluído que es segura para los bebés. El virus encontrado no afecta a la salud.
En 1998 se publicó en la revista médica The Lancet un estudio firmado por el Dr. Andrew Wakefield en el que se relacionaba la vacuna triple vírica (sarampión, paperas y rubeola) con 12 casos de Síndrome de Asperger, epilepsia y autismo en niños. Muchas familias dejaron de vacunar a sus hijos contra estas tres enfermedades y el sarampión resurgió en todo el mundo.