El abuelo de la UCI, un arrullador para bebés
Son muchas las noticias que, por desgracia, nos ofrecen tintes dramáticos, dolorosos e insolidarios. Impactos de una realidad que nos azota y hace tambalear esos buenos propósitos de esperanza y amor entre los seres humanos. Aquellos que tenemos hijos y que vemos con tristeza un futuro que, a menudo, parece incierto, no podemos dejar de sentirnos tristes y preocupados por ese legado que vamos a dejar a nuestros hijos: una sociedad que, parece, estar más preocupada de los bienes materiales, de las disputas o las diferencias, que en aquello que nos une, nos hace libres y generosos, nos convierte en auténticos seres humanos.