Leemos en KidsHealth que algunos de los signos que permiten reconocer estrés en los niños son: mal comportamiento, enuresis sobrevenida, cambios generales (y a corto plazo) en a conducta, o patrones de sueño modificados repecho a los habituales. También hay peques con problemas de concentración, incluso que tienden a pasar tiempo a solas voluntariamente. A muchas personas les cuesta creer que los niños puedan tener estrés, ¿cómo? ¡pero si se les da todo hecho y apenas tienen preocupaciones!; en realidad sufren demasiadas presiones, apenas tienen tiempo libre, y por si fuera poco carecen de oportunidades para llevar una verdadera vida de niño con lo que ello implica (posibilidad de jugar, cierta libertad, falta de actividad física,…). Sin contar con acontecimientos puntuales que son claramente estresantes para ellos, como la muerte de un ser querido, una mudanza, la separación de los padres, y otros que me dejo en el tintero.
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