De la tos ferina hablamos hace un tiempo, es una infección bacteriana de las vías respiratorias altas que provoca tos violenta e incontrolable, que puede dificultar la respiración. Es altamente contagiosa y frecuentemente causa un estertor profundo al tratar de tomar aire. En bebés puede causar discapacidad permanente e incluso la muerte y no tiene cura. Al contrario de lo que sucede con otras enfermedades, y a pesar de que la cobertura de vacunación es del 95 por ciento, en España hay muchos casos cada año. El motivo es que la vacuna pierde efectividad con el tiempo.
El neumococo es una bacteria que, entre otras enfermedades, puede provocar meningitis o neumonía. Existe una vacuna que en algunos sitios de España, como Madrid, está incluída en el calendario vacunal y en otros es decisión de los padres y su bolsillo, si la ponen o no a sus bebés. Las cuatro dosis de esta vacuna cuestan alrededor de 300 euros, lo que provoca que haya padres que no puedan ni planteárselo.
Con la llegada del otoño y el cambio de temperaturas ya empiezan a asomar los primeros síntomas de resfriados, catarros y demás molestias invernales. Y, sin duda, el síntoma estrella es la tos, ese constante y molesto sonido que tan habitual se hace en los niños durante estas fechas. Por eso, lo mejor, es aprender a distinguir los distintos tipos que puedan presentarse y, de este modo, saber mejor como actuar.