Uno de los grandes problemas a los que se enfrentan los niños es a la enuresis nocturna, es decir, cuando el pipí se escapa, sin darse cuenta, durante el sueño. Los nervios por empezar el cole, el cambio de horarios tras la época de vacaciones o la la inmadurez en el control, suelen ser algunos de los motivos que llevan a los niños ante esta situación, algo que les provoca extremada vergüenza e inseguridad.
Uno de los graves problemas a los que nos enfrentamos con los niños en la época de verano es al de los ahogamientos. Ya es demasiado elevada la cifra de pequeños que han fallecido ahogados en piscinas, por ello es necesario que los padres nos concienciemos de que una piscina cerca de un niño puede ser una trampa mortal, sobre todo si no tenemos puestos todos nuestros sentidos en ello.
Llega el verano y, con él, las salidas de casa se hacen mucho más habituales: vacaciones a la playa, montaña o a diferentes ciudades y pueblos, salidas a parques de atracciones, zoológicos, etc. En resumen, acumulaciones de gente donde puede ocurrir uno de nuestros mayores temores: perder a nuestro hijo o hija.
Ropa que es capaz de medir la temperatura de tu bebé, aplicaciones para teléfonos móviles con las que controlar su pulso, sus comidas o sus horas de sueño, cámaras y sensores para observarlo segundo a segundo y movimiento a movimiento, un calcetín que recopila todos los datos físicos de nuestro bebé y nos lo envía a un programa de ordenador... y así podríamos estar llenando páginas y páginas de todo lo que la tecnología ha creado con el fin de ayudarnos en la crianza. Pero ¿realmente ayuda?
El mundo de la informática, la ciencia y la tecnología está en plena ebullición, así que no es extraño que no pase día que no nos hagamos eco de alguno de esos inventos que vienen a hacernos más cómoda la vida o, por lo menos, a saciar nuestra curiosidad, que en la mayoría de los casos ni siquiera tiene mayor utilidad que la de la sorpresa o la incredulidad. Pero es seguro que serán muchos los que quieran saber como serán sus hijos en el futuro.
Sin lugar a dudas, la tecnología ha venido para hacernos la vida mucho más fácil. Los ordenadores, los móviles y las tablets han venido a ocupar, en nuestra vida, un lugar fundamental, no sólo para el trabajo si no también para el ocio. Es por ello que el modo de disfrutar del tiempo libre y la diversión ha cambiado de gran manera.
Es muy importante que los padres tengamos cuidado del Síndrome de la Visión Informática, un problema que surge como consecuencia de un excesivo uso de las tecnología que afectan de forma directa la visión. Afortunadamente si se toman las medidas necesarias el problema puede evitarse.
Los aparatos tecnológicos como consolas, ordenadores, tablets o dispositivos móviles, han irrumpido en nuestra vida de una manera especialmente arrolladora. Si no hace tanto tiempo que los niños jugábamos en la calle, en el parque o veíamos televisión unas horas durante el fin de semana, y como algo totalmente extraordinario, ahora los niños se han convertido en auténticos adictos a la tecnología, de tal forma que han dejado de visitar el "mundo exterior" para sumergirse en el hermético espacio de la diversión tecnológica y, generalmente, en solitario.
Vivimos en una era en la que la tecnología se ha impuesto sobre el resto de elementos tradicionales de comunicación o de ocio. Si antes los niños salíamos a jugar a la calle, en el parque, a llenarnos de arena o a sentir el vértigo de los columpios, ahora la mayoría de los pequeños se quedan en casa frente al televisor o jugando con sus consolas de videojuegos. Y lo más inquietante es que cada vez son más pequeños los que tienen acceso a estos dispositivos. Los hay que incluso sin haber cumplido los dos años ya se manejan a la perfección en el mundo de la más sofisticada tecnología.
Desde que llegó la televisión a nuestras vidas, se ha convertido en el centro de diversión de la mayoría de hogares. Si antes los niños pasábamos el tiempo en la calle, gozando del aire libre o de la compañía de los amigos, poco a poco fuimos cambiando esos hábitos con los de estar seguros en casa y frente a una diversión distinta, aquella que nos venía a través de una pequeña pantalla.
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