Uno de las diversiones que podemos ofrecer a nuestro bebé es el del teatro. A pesar de que nos pueda parecer que todavía es muy pequeño para vivir ciertas emociones, no tienes que olvidar que los niños son como esponjas que están asimilando todo lo que sucede a su alrededor. Durante sus primeros años, cualquier estímulo es acogido en su foro interno para ir construyendo lo que será su personalidad y su forma de ver y entender la vida.
Los fines de semana son el momento ideal para disfrutar con los niños del tiempo libre. Salvando los días laborables, todos nos encontramos mucho más receptivos a pasarlo bien y a dejarnos llevar por la magia y la diversión que nos regala ese tiempo de ocio. Las familias, entonces, hacemos planes para que los peques encuentren su tiempo colmado de buenas actividades.
En el momento en el que nuestro peque aparece en nuestras vidas, la preocupación de sus padres es que esté bien alimentado, perfectamente abrigado y, también, motivado para que su día a día resulte de lo más especial. Cada uno de sus progresos es celebrado, en el entorno familiar, como un auténtico tesoro de vida, así que además de alimentarle el cuerpo, también nos encargamos de alimentarle su paisaje emocional.
Los primeros años para nuestro bebé suelen ser fundamentales para su crecimiento, no sólo físico si no también emocional. El contacto con los padres, el cariño y el respeto, son pilares fundamentales para que nuestro bebé crezca en un entorno propicio en el que los sentimientos sean el abono perfecto para un futuro mucho más feliz y pleno. Por eso cualquier herramienta emocional nos puede servir para crear una base desde la que ayudar a nuestro niño en esa ardua tarea.
Salir a disfrutar de un espectáculo que guste a toda la familia no siempre es fácil. Aunque cada vez las compañías se esfuerzan más en realizar obras en las que todos podamos disfrutar, casi, por igual, lo cierto es que resulta especialmente complicado. Cuentos clásicos versionados para que todos encontremos un punto de diversión o musicales novedosos y sorprendentes, son algunas de las muchas propuestas que encontramos en los escenarios de nuestro país.
Disfrutar de las vacaciones con los niños, de una forma especial, puede ser más divertido si añadimos ingredientes suficientes para sorprenderlos. Viajar durante la época estival suele ser una de las actividades favoritas de las familias españolas. En la mayoría de los casos no es necesario recorrer grandes distancias ya que nuestro país guarda fantásticos rincones, ciudades y paisajes tan atractivos que podemos disfrutar todos juntos del tiempo vacacional con seguridad de pasarlo genial.
Como cada año, llegados los meses de más calor, nos encontramos con una propuesta de lo más atractiva tanto para los niños como para los adultos. Se trata de uno de los festivales de títeres más importantes de nuestro país y que, a pesar de los años, sigue conservando esa tradición de reunir a las familias en torno al mundo de las marionetas y los títeres. Espectáculos que llegan desde todos los rincones del mundo para hacernos disfrutar de lo mejor del escenario en un marco único al aire libre.
Frinje es un Festival de Artes Escénicas que, llegado el mes de julio, se celebra en Madrid. Tal ha sido su éxito que cumplirá este año su quinta edición. Su objetivo principal es ofrecer propuestas artísticas novedosas, creadas por jóvenes que experimentan sobre el escenario con todo tipo de disciplinas artísticas. Es así como el teatro, la música o la iluminación, son capaces de transportarnos a mundos mágicos, lugares en los que, principalmente los niños, se mueven con toda soltura.
Desde la Sala Tarambana, que se encuentra en Madrid, nos llega una excelente noticia de diversión para los más pequeños de la casa. Se trata del primer festival de teatro para bebés, organizado por esta sala, que han titulado "Chupetes". Una serie de espectáculos dirigidos a los más pequeños donde experimentar toda una serie de emociones y vivencias creadas en exclusiva para ellos.
Si pensamos en un musical adaptado para bebés, seguro que lo primero que nos viene a la mente es la música clásica, o tonadas suaves tipo nanas o, incluso, sonidos que les inviten a la relajación y el descanso. Pero ¿te imaginas que ese musical especialmente creado para bebés incluya canciones de rock y pop?
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