Es totalmente normal que durante el embarazo suframos alteraciones de sueño. Para algunas mujeres su gran problema es el insomnio, mientras que para otras es el no poder evitar sentirse invadida por un continuo sopor que le invita a dormir más de lo normal. Todo esto es debido al influjo y la alteración de las hormonas, así que no debemos darle mayor importancia.
Ya hemos visto como los sueños representan nuestra vida interior, allí donde se gestan las emociones, los temores y los anhelos que nos envuelven a lo largo de nuestra vida. Y es durante el embarazo cuando todo ese mundo onírico puede tomar nuevas formas ya que nuestro subconsciente se manifiesta a través de la alegría, ansiedad o miedo que nos ocupa en ese momento.
Durante los nueve meses de gestación nuestro organismo pasa por numerosos cambios. Las hormonas toman el control de nuestro cuerpo y van haciendo su trabajo tanto físico como mental, preparando nuestro cuerpo para ser el habitáculo perfecto de una nueva vida.
Uno de los problemas más frecuentes durante el embarazo son las alteraciones del sueño. El insomnio es, por regla general, el gran impedimento que nos complica el buen descanso y por el cual acabamos mucho más agotadas de lo normal.
Científicos mexicanos de la Universidad Nacional Autónoma de México, están estudiando como afecta la luz a los bebés prematuros. Se trata de comprobar si la exposición constante a la luz, habitual en algunas unidades de neonatos, afecta a su desarrollo y si podrían beneficiarse si se facilita el ciclo luz-oscuridad.
Aprovechando que el próximo domingo, 20 de noviembre, se celebra el Día Universal del Niño, el teatro Tyl Tyl siendo fiel a su propuesta teatral para los más pequeños, nos invita a celebrarlo disfrutando de un entretenido y mágico espectáculo que gira en torno al mundo de los sueños.
Llevo unos días dando vueltas a las diferencias entre el primer año de vida de mi niña mayor y el de mi peque. Aunque se parecen mucho, hay algunos cambios. Somos los mismos padres, con la misma idea de lo que queremos para ellos y más o menos como hacerlo. Pero, las circunstancias han cambiado e inevitablemente hemos tenido que hacernos más flexibles.
Dormir mal durante el primer y tercer trimestre de embarazo puede ser algo más que una molestia propia del estado de la madre. Científicos estadounidenses han relacionado los problemas de sueño de la madre en esos periodos con un mayor riesgo de parto prematuro. También pudieron descartar la relación cuando la falta de sueño sucedía en el segundo trimestre.
Los niños ya están en el colegio, la rutina si no se ha impuesto, debería hacerlo en la próxima semana. Tan importante como llevar una dieta sana, hacer ejercicio y tener tiempo para jugar cada día, es que duerman un mínimo de horas. La cantidad dependerá de la edad del niño.
Un entorno de sueño blandito no es lo mejor para un bebé, es todo lo contrario, un mayor riesgo de muerte súbita. A pesar de la gran difusión que tienen los consejos para prevenir el síndrome hay padres que siguen usando almohadas y edredones. Logicamente lo hacen creyendo que así su bebé estará más cómodo y cálido y dormirá mejor. Pero sorprendentemente también hay muchos que piensan que están proporcionandole un sueño más seguro.
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