El castigo en los niños no les promueve a decir la verdad
Una de las medidas más generalizadas a la hora de corregir comportamientos o equivocaciones de los niños es la del castigo. Amenazarles con llevarles al rincón de pensar, quitarles la comida o mandarlos a la cama, suelen ser gestos habituales que, tanto los padres como los educadores, llevan a la práctica para conseguir que los niños tomen conciencia de aquello que está bien o está mal. Algo que, no siempre, consigue los resultados esperados.