. En conmemoración al fallecimiento de dos grandes genios de la literatura, como fueron Miguel de Cervantes y William Shakespeare, todo el mundo se asoma al mundo de los libros con especial devoción. Y aunque debería ser una práctica extensiva a todo el año, hasta convertirse en una de las rutinas más placenteras, cierto es que este día es un tanto especial, haciendo que el libro se convierta en el verdadero protagonista.
En los últimos tiempos los libros infantiles han conseguido colocarse en los números uno de venta gracias a la estupenda calidad que ofrecen. No sólo en el cuidado de la lectura o en la belleza de sus ilustraciones, también en los temas que tratan, que se han dejado a un lado esas aventuras, a veces demasiado enrevesadas o casi imposibles, para traernos situaciones coloquiales y cercanas, aquellas con los que los niños crecen cada día y que, en muchos casos, necesitan encontrar su explicación.
Apenas acaban de aterrizan en el mundo y es por ello que todo lo que les rodea les produce una inigualable sorpresa. Así cada gesto, cada sonido o el mínimo contoneo de una hoja se puede convertir en todo un acontecimiento de inabarcable magnitud. Es la sorpresa que acompaña a los seres humanos nada más venir a la vida. Sorpresa que va creciendo con nosotros, acompañándonos a lo largo de nuestro desarrollo, y que supone uno de los baluartes y tesoros más importantes de nuestra niñez.
Mi experiencia como madre me ha llevado a relacionarme con muchas mamás y he tenido ocasión de debatir y compartir experiencias sobre la lactancia. Todas comparten la creencia de que la elección sobre lactancia natural/artificial deber ser algo personal, aunque cada una de ellas vea con mejores ojos una de las dos. Todas sabemos que la lactancia natural es la más recomendable en los primeros años pero somos comprensivas y tolerantes con la lactancia artificial.
¿Cómo mejorar la relación entre padres e hijos? En muchas ocasiones, en la vida, olvidamos que para obtener resultados diferentes también es importante hacer las cosas de diferente forma. Estos cambios también son indispensables en la comunicación entre padres e hijos. Sin embargo, muchas veces, es la falta de información la que resta a muchos padres las posibilidades de actuación que realmente tienen. El día 22 de octubre se va a impartir en Barcelona la conferencia Cómo mejorar la relación entre padres e hijos impartida por Gemma Cánovas. La experta es autora de diferentes libros: Tu hijo y El oficio de ser madre son dos de sus obras más conocidas. Quienes no acudan a la conferencia también pueden tomar estos libros como una muestra del pensamiento de la autora.
Los tratamientos de fertilidad llegan a estresar a las mujeres que deben pasarlos. Cuando una mujer se enfrenta al problema de que no pueden tener familia llegarán a sentirse estresadas. A esta conclusión se ha llegado a través de un estudio en donde se evaluaron a los cuatro países (de Europa) con mayor cantidad de tratamientos de reproducción asistida, ellos son: Alemania, España, Francia e Italia.
Este año, la UNED de Pamplona ha organizado dos cursos de verano centrados especialmente, en los niños. Este es el caso, por ejemplo, del curso que lleva por título El desarrollo integral de la infancia y que se va a impartir los días 24, 25 y 26 de septiembre en horario de tarde. El curso puede resultar de interés para profesionales de la psicología infantil, para profesores que dan clases en un colegio, pedagogos y también, para padres que quieren comprender la importancia del mundo emocional en la primera infancia dentro del contexto del desarrollo integral de la personalidad de una persona.
Cualquier día de estos es posible que tu niño, de cuatro o cinco años, venga contándote las virtudes de su amiga Margarita o de su amigo Pepe, de lo bien que se siente junto a él o de lo que le gusta compartir su merienda o juguetes con ella. En la mayoría de los casos no emplearán las palabras para contártelo pero sí notarás una actitud diferente con ese amigo "especial" que puede acercarse a estar rozando y compartiendo su primer amor.
Se supo que la cara de los bebés nos provoca una instantánea ganas de cuidarlos. Al verlos se nos despierta algunas áreas del cerebro que se vinculan con las emociones, la recompensa y la planificación de los movimientos. Según un reciente estudio esto implicaría una inclinación natural de cuidar el bebé.
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