Una de las actividades que más les gusta a los niños son las manualidades. Si, además, sus padres pueden compartir este tiempo con ellos, se convierten en momentos mágicos para los niños. Estas manualidades pueden ser de muchos tipos cómo hacer la casa de Bob Esponja o preparar sellos para imprimir con patatas.
Una de las peores situaciones que podemos vivir cuando nuestros hijos son pequeños es el atragantamiento. Los niños, siempre llevados por su insaciable curiosidad, buscan y encuentran todo tipo de peligros a su alrededor, incluso en el mínimo rincón donde no habíamos reparado nunca puede existir una pequeña pieza, un inaccesible tornillo o un botón caído de su propia ropa que acabe alojado en su garganta provocando unos segundos de verdadera angustia para ambos. Con unos movimientos eficaces podemos liberarle del objeto extraño pero, como siempre, lo mejor es evitar el riesgo siempre que nos sea posible.
Ya estamos en primavera y en unos días los niños estarán de vacaciones, podemos juntar ambas cosas para proponer una entretenida manualidad a nuestros pequeños. Se trata de convertir una cáscara de huevo en una original maceta, con su plantita incluída. Necesitarán además de la cáscara de huevo, tierra, una judía, témperas y una base en la que apoyar la macetita. Puede ser un poco de plastilina o pueden fabricarla con cartulina o con un limpia pipas.
Las plantas son una buena manera de que nuestros niños desarrollen interés y amor por la Naturaleza. Mañana 22 de abril se celebra el Día de la Tierra y es un momento perfecto para inculcar en nuestros hijos la aficción por la jardinería. Si les proporcionamos unas herramientas adecuadas, tendrán todo lo necesario para empezar, porque la curiosidad y las ganas de imitarnos ya las ponen ellos.