En esta semana la embarazada habrá tenido o tendrá su segunda visita al ginecólogo. Le habrán hecho una ecografía en la que además de comprobar que el bebé se encuentra perfectamente y haber escuchado su corazón, posiblemente le han hecho una translucencia nucal. Es un importante marcador para predecir si hay riesgo de que el bebé tenga alguna anomalía. No es un diagnóstico, tan solo indica una probabilidad que hay que confirmar con más pruebas. Mide mediante ecografía, el acúmulo de líquido subcutáneo en el cuello del bebé. Todos los bebés tienen, pero a mayor cantidad, mayor riesgo de sufrir una anomalía cromosómica.
Seguramente la madre se encuentra mucho mejor de las naúseas y ya no siente tanto cansancio, se debe a que ahora es la placenta la encargada de producir las hormonas. Ya hemos comentado que algunas mamás sufren las molestias durante todo el embarazo, por suerte no es lo normal. El útero ha comenzado a elevarse y adelantarse, por lo que la vejiga de la embarazada queda más liberada y no tiene necesidad de ir tan frecuentemente al baño. Aprovecha porque solo dura unos meses, hasta que crezca tanto como para volver a presionar la vejiga, en el tercer trimestre. Debido al aumento del volumen sanguíneo en el cuerpo de la madre, es normal tener dolores de cabeza. Si te ocurre, coméntalo con el médico.
Al finalizar esta semana el embrión pasa a llamarse feto. Todos los órganos y sistemas principales se forman entre la sexta y la décima semana de embarazo. A este lapso de tiempo se le denomina período de organogénesis. Es la etapa en que el embrión es más susceptible a factores que dificultan el desarrollo y la mayor parte de las malformaciones congénitas que se observan en el momento del parto, tienen lugar en este período crítico.
El embarazo sigue su curso y la futura mamá puede sentirse extremadamente sensible. Llorar al ver un anuncio en televisión o irritarse facilmente son comportamientos normales debidos a las hormonas. Cuando la placenta se encargue de producir alguna de estas hormonas, todo se estabilizará un poco más.
Durante esta semana lo más probable es que ya tengas cita con el ginecólogo. Aprovecha para plantearle todas las dudas que te han ido surgiendo. Respecto a tu cuerpo, puede que notes que la ropa te va quedando justa, especialmente a la altura de la cadera y el pecho. Es normal porque aunque el bebé es diminuto, tu útero que ya mide lo que una naranja, va haciendo sitio para que crezca. Si es tu primer embarazo lo notarás menos que en los posteriores.
Durante esta semana continúan las molestias típicas del embarazo. No todas las mujeres las tienen y entre las que sí lo hacen, varían mucho de tipo e intensidad. Si te ha tocado en "suerte" tener naúseas matinales, te habrás dado cuenta que pueden durar todo el día. Una buena manera de combartirlas es no tener nunca el estómago vacío, comiendo pequeñas cantidades durante el día.
Es posible que ya sepas que estás embarazada, bien porque te hayas realizado un test de embarazo o bien porque comienzas a tener los primeros síntomas. No todas las mujeres tienen los mismos, algunas no presentan ninguno. Los más comunes en este momento, son la somnolencia y las naúseas matinales. También y puesto que el útero está comenzando a presionar tu vejiga, puedes tener que ir al baño más a menudo.