Es habitual que, a lo largo del embarazo, nuestro descanso en el sueño se vea alterado. Al menos durante el último trimestre, entre buscar la posición más cómoda y dejar a un lado los temores y dudas que nos embargan, al acercarse el momento del parto, nuestro sueño deja de ser ese estado plácido en el que sucumbimos después de una jornada intensa. Pero no debemos olvidar entre lo que supone una preocupación, que acabará disipándose con la llegada del bebé, o una búsqueda de la mejor postura, a una alteración respiratoria, también conocida como apnea, que puede provocar distintos problemas tanto para ti como para el bebé.
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