Padres y madres descubren a partir de su propia experiencia las distintas etapas de la evolución del bebé. Una de las etapas de descubrimiento es aquella que llega acomapañada por una sucesión interminable de preguntas. Cuestiones que son un reflejo de la curiosidad infantil y que también puede poner a prueba la paciencia de los adultos.
Cuando estamos embarazadas y miramos películas donde hay partos y nacimientos tenemos la ilusión de que nuestro hijo nacerá rosadito y vivaz como el de la tele, pero normalmente no es así. En primer lugar si te pones a ver en detalle los bebés que participan de estos films o novelas tienen ya algunos días (y en caso algunos meses). Tampoco nosotras estamos tan divinas en ese momento, seguramente terminaremos cansadas, ojerosas y despeinadas.
Todos los niños son curiosos y preguntones, es normal y sano, pero cuando son pequeños puede llegar a ser muy complicado. Mi niña, como todos los que conozco de su edad, 4 años y medio, pregunta y pregunta sin cesar. Yo procuro no cansarme de responder, aunque a veces agota, pero lo más complicado es dar explicaciones que pueda entender.
Se acercan las navidades, un tiempo ideal para disfrutar en familia. También un fin de semana es ideal para compartir el presente con aquellos que queremos. ¿Y qué mejor forma que hacerlo a través de un juego? Giro presenta un nuevo juego para todas las edades, en concreto, es apto para niños a partir de siete años. Se trata de un juego de mesa en el que los participantes deben responder a diferentes preguntas evitando siempre en todo momento las respuestas habituales en la rutina cotidiana: sí o no. Es decir, el concursante debe de ser original, imaginativo y evitar repetir sus respuestas.
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