La capacidad de resiliencia muestra la versatilidad que tiene el ser humano para sobreponerse a circunstancias adversas del entorno. Los factores externos forman parte de la biografía de cada persona. Sin embargo, los hechos, más allá de describir datos objetivos, están acompañados por la interpretación personal y la búsqueda de sentido.
La resiliencia es la capacidad que posee el ser humano para sobreponerse a las dificultades de la vida. Las dificultades no solo pueden darse en el contexto de la propia maternidad o paternidad, como muestra la ausencia de un manual de instrucciones, sino que también remite a aquellas circunstancias externas que, como ocurre en el momento presente, afectan a la situación de cada hogar.
La Asociación Americana de Psicología da diez consejos para el desarrollo de la resiliencia (la capacidad del ser humano de superar las circunstancias negativas y crecer con ello) en los niños. La semana pasada, compartimos cinco de estos consejos y, ahora, analizamos el resto.
Resiliencia es una palabra extraña al español, ajena a nuestra lengua, pero que sin embargo hace referencia a un bello concepto que pugna por revolucionar la psicología tal y como hoy la conocemos. En vez de centrarse en los traumas y debilidades, la resiliencia se apoya en las fortalezas y en el uso que el hombre hace de ellas para salir de los problemas.
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