La reproducción asistida en nuestro país parece más bien un lujo que una necesidad, amén de los costes que hay que soportar para ello. Costes oscilantes entre los 600 y los 6.000 euros que muchas parejas no pueden asumir.
En una época marcada por la crisis donde los recortes en todos los ámbitos están haciendo mella en la población, ya empezaba a rumorearse si la financiación por parte del Estado de la reproducción asistida también debería padecer estos recortes. Aunque hace unas semanas expertos en este campo abogaban por que los tratamientos en clínicas privadas también fueran en parte financiados creando un poco de polémica.
Supongo que, cuando hace 25 años, le plasmaron a Dolores Viñas que no podía tener hijos de manera natural y que sólo podría hacerlo por fecundación in vitro, poco pensaría que, al poco, todo cambiaría en ese aspecto.
Muchas son las parejas que en un momento determinado y por diferentes problemáticas deben acudir a centros de reproducción asistida para conseguir su ansiado bebé. Como ya vimos en otro artículo, es un hecho que los servicios públicos ante estos casos tienen bastantes diferencias con los centros privados, como pueden ser las listas de espera o la menor cantidad de centros donde ofrecen estos servicios. Por ello, la mayor parte de las parejas acuden a los centros privados. Es en esta búsqueda del mejor centro donde hay que valorar ciertos aspectos para tomar la decisión.
Esta mañana ha tenido lugar la presentación del "Libro blanco Sociosanitario de la infertilidad en España: Situación actual y perspectivas" en el Colegio Oficial de Médicos de Madrid. En esta conferencia han participado varios expertos sobre el tema como Roberto Matorras, jefe de la Unidad Reproductiva del Hospital de Cruces de Bilbao y editor del libro, o como el presidente de la Sociedad Española de Fertilidad Federico Pérez Millán.
Me ha sorprendido saber que en España, uno de los países con mayor número de intervenciones de reproducción asistida, no hay un registro de profesionales, ni de clínicas autorizadas por el Ministerio de Sanidad. Nunca he estado cerca de este servicio y no me lo había planteado, pero daba por hecho que sería algo muy controlado. Sin embargo, ni siquiera existe una especialidad sanitaria que identifique a un profesional como embriólogo. Son biólogos, el 81 por ciento, médicos el 8 por ciento, farmacéuticos el 6 por ciento, veterinarios el 3 por ciento y químicos el 2 por ciento.
Hoy, 22 de octubre, la maternidad del Hospital Universitario La Paz de Madrid celebra su 45 aniversario. ¿El balance? nada desdeñable: 652.825 bebés nacidos en sus quirófanos, entre otros datos. Fue en el año 1965 cuando empezó el funcionamiento de este servicio, uno de los mayores de Europa en lo que a número de nacimientos se refiere.
Hace unos meses comentamos un estudio que apuntaba a que la reproducción asistida podría aumentar el riesgo de tener un bebé con malformaciones. Dicha investigación no era concluyente porque la muestra que tomaron no podía considerarse representativa. Pero, parece que tenía base porque un estudio francés más reciente ha detectado el doble de riesgo del que esperaban de malformaciones congénitas en bebés fecundados mediante reproducción asistida.
La eyaculación retrógrada afecta aproximadamente a un 1 por ciento de los varones, afectando de forma total o parcial y puede ser motivo de infertilidad masculina. En condiciones normales la válvula entre la vejiga y la uretra se cierra durante la eyaculación, impidiendo la salida de orina, y en caso contrario es la válvula entre los conductos deferentes y la uretra la que se cierra al orinar. Cuando el cuello de la vejiga no cierra correctamente, en la eyaculación el semen vuelve hacía ella en lugar de salir por la uretra y al exterior por el pene. La presencia de semen en la vejiga no causa ningún problema ya que se excreta con la orina.
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