Pequeños problemas, soluciones fáciles (II)
Si empiezas a notar que tu bebé tose mucho, es normal que asocies esto con problemas respiratorios graves, como por ejemplo la bronquiolitis. Pero no necesariamente tiene que ser así. Si tu hijo se alimenta bien, no presenta fiebre ni problemas al respirar, seguramente se tratará de una tos sin importancia asociada al catarro y a los mocos. En estos casos, es importante que sepas que la tos es una reacción positiva del cuerpo para facilitar la expulsión de las flemas.