Complicaciones frecuentes en el parto
Existen algunas complicaciones que pueden aparecer durante el trabajo de parto y en el parto. Sabemos que estas son experiencias diferentes en cada mujer, pero algunos problemas son comunes.
Existen algunas complicaciones que pueden aparecer durante el trabajo de parto y en el parto. Sabemos que estas son experiencias diferentes en cada mujer, pero algunos problemas son comunes.
Un artículo más en el que hablaremos acerca de los distintos agentes de riesgo que pueden aparecer en el embarazo.
Una de las técnicas más seguras y fiables para aquellas parejas que presentan problemas de fertilidad es, sin duda, la fecundación in vitro. De todos modos, no podemos olvidar que se trata de una técnica médica, que aunque no especialmente invasiva, si puede generar, como cualquier otra, ciertos problemas. Aunque suelen ser mínimos, es necesario tenerlos en cuenta.
El cordón umbilical es fundamental para que el bebé se desarrolle en el vientre materno. Se trata de un cable carnoso formado por una vena y dos arterias, a través del cual el bebé recibe el oxígeno y los nutrientes necesarios para crecer hasta que llegue el momento del parto.
Uno de los temas principales que se han tocado en el III Encuentro de Neonatología de Quirón Málaga se relaciona con los problemas neurológicos que padecen el recién nacido.
A simple vista parece que los niños viven en su mundo feliz, lleno de sueños e ilusiones y sólo preocupados por conseguir un juguete mejor, ver sus dibujos preferidos en la tele o salir al parque a jugar con sus amigos. Quizás algunos sólo vivan para sí mismo y su ombligo, pero lo cierto es que los pequeños, desde su más tierna edad, ya padecen de preocupaciones y temores internos que los adultos, en la mayoría de los casos, no sabemos descubrir.
Traer un hijo al mundo no sólo implica estar pendiente de su salud, su crecimiento, crearle buenos hábitos, cuidarle y mimarle ante las adversidades y procurarle una educación con la que, el día de mañana, pueda defenderse y vivir dignamente frente a la vorágine del mundo. También, aunque muchas veces no le prestamos demasiada atención, debemos ser cuidadores de sus emociones y, para poderlo hacer bien, lo mejor es acompañarlos en ellas.