En un artículo anterior estuvimos hablando acerca de los interrogantes relacionados con la separación y con temas religiosos, pero nuestros chiquillos son una máquina de preguntar, para ello continuaremos con algunas preguntas más.
A partir de los dos años y aproximadamente hasta pasados los tres, los niños exploran el mundo a través de preguntas; intentan conocer y caracterizar las cosas, valiéndose de la orientación de los adultos que les acompañan y responden. El tipo de preguntas que formulan, puede mostrar el nivel de pensamiento del niño, y la clase de situaciones que le interesan, agradan o preocupan.
Por muy pequeño que sea nuestro niño, su capacidad de percepción ante las situaciones difíciles es innata y, por tanto, necesita de una explicación. Esto sucede en los momentos en los que ocurre una muerte cercana. El niño se preguntará qué está sucediendo a su alrededor y, por qué se le excluye de esos sentimientos que hacen que los adulto se encuentren totalmente tristes.
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