El entorno vital de nuestro bebé, antes de nacer, es el agua. El líquido amniótico se convierte en el paisaje perfecto en el que desarrollarse durante esos nueve meses en los que goza de la tranquilidad de nuestro vientre. Por eso no es extraño que la mayoría de bebés, nada más nacer, acepten de buen grado sus inmersiones en el agua. Los baños diarios, en brazos de mamá y papá, se convierten en algo más que una función necesaria para el aseo, sino en todo un placer que les evoca sus primeros latidos.
El verano es, sin duda, una época maravillosa para disfrutar con los niños del aire libre y del entorno acuático. Librarnos de las altas temperaturas en el mar o en la piscina, son actividades totalmente necesarias a lo largo de estos días en los que, además, podemos disfrutar de un tiempo de ocio y vacaciones, recargando pilas para, en breves semanas, retomar las tareas cotidianas con más fuerza.
La dermatitis atópica es una enfermedad de la piel que la padecen, especialmente, los bebés que presentan una extrema sensibilidad en su epidermis. Es así como aparecen unas rojeces o sarpullidos rosáceos ante cualquier contacto con tejidos o productos para el cuidado de la piel. Aunque existen distintos tipos en la intensidad, se trata de una afección externa que, a priori, no debe condicionar su desarrollo normal.
Llega el calor y ya estamos pensando en vacaciones, cuál será el destino este año, cambios de aires, relajación... sí, relajación, con niños es posible y te vamos a enseñar a conseguirlo. Tan sólo tenemos que pensar en ellos (como si no lo hiciéramos todos los días) y elegir un destino tranquilo y con todas las facilidades.
Salir con los niños a disfrutar del aire libre es uno de los pasatiempos más gratificantes y hermosos que podemos compartir. Pero también es necesario llevar ciertas precauciones, especialmente con las pérdidas y los despistes. Es fácil que un pequeño se pueda despistar, sobre todo en lugares de ciertas aglomeraciones como, sucede cada año, con las playas.
El verano es el momento ideal para que los peques disfruten del aire libre. Uno de los destinos favoritos durante esta época es la playa. Ese lugar que para los niños resulta especialmente atractivo ya que les ofrece un montón de posibilidades para pasarlo bien. Además de mantenerlos bien seguros y protegidos, es necesario que les ofrezcamos diversión suficiente para que el tiempo se les haga más agradable.
La playa es un lugar estupendo para disfrutar de nuestras vacaciones familiares, pero también es cierto que si tenemos bebés muy pequeños no acabamos de sentirnos cómodos o seguros. Menos mal que, poco a poco, estos entornos naturales, y dependiendo de la sensibilidad de sus gobernantes, van adaptándose a las necesidades de su población. Así ahora ya vemos como, la gran mayoría de las playas están adaptadas para personas con distintos problemas motores o con actividades y zonas especiales para realizar ciertas terapias o cuidados para mejorar la salud de sus visitantes.
La playa es un lugar perfecto para que los niños disfruten de unas estupendas vacaciones. El contacto con el mar, la arena y el sol regalan a nuestros niños, y también a los adultos, experiencias únicas y maravillosas con las que recargarnos de energías suficientes como para afrontar, más tarde, el ritmo desaforado del calendario laboral.