Algunas madres tienen dificultades para dormir al niño por la noche puesto que a partir de los cuatro años muchos pequeños experimentan pesadillas, temores y miedos que nacen en la oscuridad. La tentación de muchos padres es evitar que el niño esté solo y llore. Por este motivo, muchos niños pueden terminar durmiendo muchas noches incluso en la habitación de sus padres para evitar este malestar infantil. Sin embargo, no se trata de una buena técnica puesto que el miedo sólo puede reducirse a base de afrontarlo, es decir, no por evasión. Por este motivo, es necesario que al igual que el pequeño asocia el colegio con el estudio, también aprenda a asociar una habitación con el descanso diario.
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