Ya hemos hablado en otras ocasiones de la importancia de enseñar a nuestros niños el hábito de comer bien, de forma equilibrada y sana. Si así lo hacemos, conseguiremos que, tanto su desarrollo como sus posteriores necesidades nutritivas, estén perfectamente cubiertas y, por lo tanto, su sistema inmunológico en perfectas condiciones. Una dieta equilibrada le evitará tener complicaciones, tan tristemente habituales en la actualidad, como el sobrepeso, la diabetes o la anemia.
Aunque un bebé lleve algún tiempo tomando puré de verduras sin problemas, no es raro que las rechace cuando son sólidas. Pero sabemos lo importante que es comer verdura y hay que encontrar la manera de que nuestro pequeño las coma, si es posible a diario. Lo más importante es no desespararse, ofrecerle diversos tipos de vegetales, acordes con su edad (las de hoja no se recomiendan al principio) y buscar alguna maña para conseguirlo.