La época del verano suele ser la más indicada para que nuestro bebé aprenda a controlar sus pipís. Quitarle el pañal suele ser una aventura que, en muchos casos, supone un gran esfuerzo y, en cambio en otros, se aprende enseguida. Cada niño lleva su propio ritmo y no existe una regla determinada con la que medir a todos por igual.
Tal y como se presenta la economía para los próximos meses debemos estar ojo avizor a todo aquello que suponga un ahorro y una descarga económica para nuestros sufridos bolsillos. Así cualquier promoción será bien recibida, especialmente si lo que nos ofrece es un importante regalo en uno de los artículos más demandados por los recién nacidos y bebés durante sus primeros años de vida.
La irritación de la piel a consecuencia del pañal es una de las molestias que padecen comunmente los bebes. En el mercado hay una amplia gama de productos específicos para tratar esta dolencia. Pero también podemos encontrar una amplia variedad de trucos y remedios tradicionales y caseros que pueden servirnos de ayuda. Personalmente, tengo que reconocer que no he sido de las que han optado por este tipo de ayudas pero mucha gente confía en los remedios de las abuelas.
Cuando mi niño tenía un par de semanas de vida en su pañal encontramos pequeñas hebras rojizas. Tenían consistencia gelatinosa, y fueron la primera señal evidente de su intolerancia a la proteína de la leche de vaca. Tiempo después me encontré en el pañal una caca muy amarilla con hilillos negros. Me asusté mucho porque pensé que le estábamos dando algún alimento con leche y que las hebras eran sangre.
Es cierto que desde hace años nos están llegando claros mensajes que nos indican la necesidad imperiosa de cuidar nuestro planeta. Medidas que, a gran escala, tendrán que aplicar los gobiernos pero que con pequeños pasos y gestos cotidianos también podemos contribuir cada uno de nosotros. Enseñarles a reciclar o a utilizar debidamente los contenedores son algunas de las tareas que, desde casa, podemos inculcar a los más pequeños.
Meter en la playa o en la piscina a un bebé que aún no sabe controlar los esfínteres sin pañal puede ponerte en una situación comprometida, además de ser poco higiénico. Los pañales que usan a diario son tan absorbentes que se hinchan y les llegan a las rodillas en cuanto tocan el agua. No es ni práctico ni mucho menos cómodo para el bebé. La alternativa desde hace tiempo son los pañales específicos para el baño, como los Babykini de Dodot.
Afrontar la grave crisis económica con bebés recién nacidos y siendo familias con dificultades sociales o con riesgo de exclusión, es una tarea que, a menudo, resulta imposible. Alimentarlos y atenderlos debidamente se convierte en un imposible con todo el dolor que ello acarrea. Es por ello que distintas organizaciones solidarias se han puesto de acuerdo en lanzar una campaña para recoger leche y pañales por todo el país.
Llevo algo más de cuatro años comprando y usando productos para bebés de todo tipo, como cualquier otro padre de un bebé, y hay muchas cosas que no comprendo. Me refiero a cositas que nos facilitarían la vida y que por algún motivo que se me escapa, los fabricantes no tienen en cuenta. Aunque siempre es posible que lo que para mí es lógico en realidad no lo sea. Casi todos los ejemplos que pongo existen en el mercado, aunque no siempre lo tenemos en cuenta al comprar o los encontramos.
A partir del próximo 15 de octubre ya podemos contar en el mercado con un nuevo pañal. Acompañando a los tiempos lo llaman el i-Pañal y está diseñado para los i-Bebés. Toda una modernidad que obedece más al márketing de la compañía responsable a que el pañal en sí incorpore algún tipo de tecnología extraña por el que se coloque solo en el culito del bebé y limpie sus caquitas.
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