Si a una divertida sesión de cuentacuentos unimos el aprendizaje del idioma inglés y nos rodeamos de exuberante naturaleza, plantas exóticas y rincones llenos de paz vegetal, entonces tendremos un espectáculo de ocio infantil que va más allá de la propia diversión. Esta ha sido la idea que ha puesto en marcha el Jardín Botánico de la Universidad de Valencia en la que se pretende aunar diversión y educación a un mismo tiempo.
Dentro de esta etapa tendrán un elevado sentido de la madurez, y el vínculo con las otras personas irá cambiando. Un niño de 8 años tiene cierta tendencia a comportarse de manera independiente, se sentirán más seguros de sí mismo y querrán ir tomando parte del mundo de los adultos.
El Parque Natural del Monasterio de Piedra es un lugar mágico en la provincia de Zaragoza. Una excursión que gusta a niños y adultos por igual y un lugar que hay que visitar. El río Piedra ha modelado en este punto de nuestra geografía un lugar de ensueño, con cascadas, caídas de agua, lagos y grutas, escondidos en un bosque de Ribera con un extraordinario ecosistema.
A pesar de vivir en las grandes ciudades, lejos de un entorno rural y donde la naturaleza queda expuesta como una pieza, casi de museo, en los miméticos parques urbanos, los seres humanos seguimos teniendo la imperiosa necesidad de mantener el contacto con nuestro entorno natural. Los niños, sobre todo, necesitan, tanto para su desarrollo físico como emocional, estar en contacto con el aire libre, la tierra, las plantas y los animales. Ya nos lo contaba Belén haciendo una reflexión sobre el informe de Richard Louv en el que habla, incluso, de Déficit por falta de naturaleza.
El mundo de Internet, que hasta hace unos años era sólo privativo del público adulto, se está adaptando, cada vez más, como una herramienta universal para que los niños accedan a ella a fin de encontrar respuestas para sus dudas escolares, refresquen la memoria de otros temas casi olvidados o practiquen nuevos ejercicios de una forma cercana y sencilla. Eso sí, nosotros como adultos responsables debemos enseñarles a navegar seguros y a que su "viaje" sea aprovechado de la mejor forma.
Son muchos los niños que se ven atrapados por la belleza del cielo, y otros tantos los que desde bien pequeños quieren conocer más de las estrellas, los planetas, el universo… Hoy es una oportunidad excelente para pasar con nuestro hijos nuestro pequeños astrónomos, admirando el cielo. Los expertos prometen bonitos fogonazos en el gran techo.
Durante este fin de semana se está celebrando el Día Mundial de las Aves que, cada año, se celebra el primer fin de semana de octubre. Para ello se han puesto en marcha un total de más de 300 actividades en todo nuestro territorio para informar, proteger y conocer a estos compañeros de vida que, generalmente, pasan inadvertidos por nuestros cielos, pero que necesitan de todo nuestro apoyo y protección.
Divirtiéndose por medio de los juegos y la confección de distintas manualidades, así es como los niños madrileños van a ir aprendiendo la necesidad de protección y cuidados especiales que debemos llevar para evitar accidentes. En el hogar, en el colegio, en el parque o en plena naturaleza, son muchos los peligros que podemos encontrarnos y que sólo se pueden evitar teniendo una correcta información sobre ellos.
Acaba de ser editado un libro con el que se pretenden fomentar y crear buenos hábitos ambientales en nuestros niños. Aunque está concebido como un recurso didáctico se aportan suficientes elementos atractivos para la infancia a fin de que este aprendizaje se realice mediante el juego y la creatividad, asegurándose de que, de este modo, el niño lo va a aceptar y asimilar como una parte más de su diversión diaria.
Cada vez se hace más urgente la necesidad de tomar medidas serias y estrictas en torno a lo que concierne a nuestro medio ambiente. Cada vez son más las empresas y organismos que intentan crear un pensamiento único y sólido en torno al cuidado de la naturaleza. No sirve con los pequeños gestos de nuestro día a día, tan valiosos y necesarios, ahora, además hay que educar a las futuras generaciones a fin de que ellos, con nuestra ayuda, pongan los medios necesarios para frenar el lamentable deterioro de nuestro entorno.
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