La narración literaria aporta una forma de comunicación en familia. Es decir, acompañas a tu hijo por medio de la belleza de la narración de una historia concreta cuando lees un cuento en voz alta. También puede ocurrir que tú mismo te animes a crear bonitas composiciones infantiles para sorprender a tu hijo con un relato personalizado. En cualquier caso, hay aspectos que influyen en la perspectiva final de un cuento infantil. Además de sus protagonistas, hay otro detalle que no pasa desapercibido: la voz del narrador.
Aunque el mundo literario ofrece un extenso catálogo de cuentos infantiles, padres y madres pueden crear historias propias para transmitir un mensaje a sus hijos. ¿Pero cómo encontrar inspiración para componer una narración?
A menudo nos resulta difícil complacer los gustos y deseos de los niños. A menos que vivamos en una gran capital, no es difícil encontrarnos con lugares de ocio vacíos, sin programación o una cierta apatía institucional que nos hace quedarnos sin opciones culturales o artísticas, especialmente para los más pequeños. Menos mal que de vez en cuando surgen ideas creativas, divertidas y llenas de encanto con las que seguir manteniendo viva la llama de la imaginación.
Acaba de finalizar un estudio en la Universidad de Connecticut, Estados Unidos, en el que se muestran distintos aspectos sobre los bostezos y su capacidad de contagio. Tal cual se nos pega una gripe o la varicela, así nos encontramos con que, un gesto tan habitual en el ser humano, deja de ser involuntario para convertirse en una epidemia que afecta al resto del grupo en sólo unos segundos.
Una de las actividades con las que los niños más suelen disfrutar es con la de Cuentacuentos. La cercanía de las historias, la proximidad del narrador y esa forma de ir entregando detalles poco a poco, dejando que sea la imaginación y la fantasía de cada cual, la que ponga el resto, son los componentes fundamentales para que un sábado lleno de normalidad, se convierta en un verdadero paraíso para la fantasía.