Tanto si eres amante de la música como si no, un experto de los sonidos o un mero principiante, el Museo Interactivo de la Música, que se encuentra en Málaga, te ofrece un sinfín de diversión para que tanto los peques como los adultos encuentren motivos para disfrutar de algo tan sublime, y a la vez tan mágico e imaginativo, como es la música.
Ya hemos visto como los museos han ido adaptándose a las necesidades lúdicas y educativas de nuestros niños, de esta forma han dejado de ser edificios herméticos y obsoletos, para convertirse en auténticos centros de ocio y diversión para los más pequeños, así que no nos debe dar miedo acudir a sus instalaciones, especialmente cuando están dedicados a ellos.
Los museos siempre han sido, o al menos esto nos ha parecido siempre, lugares sólo para estudiosos, especialistas o expertos en determinados campos del arte o la historia. Pero en los últimos tiempos hemos descubierto que esos edificios suntuosos han abierto sus puertas para nuevas propuestas. Un aire renovado, y especialmente sensibilizado, ha entrado para que todo tipo de público pueda acceder a las grandes obras maestras o a los pensamientos más profundos.
El Museo de la Ciencia de Valladolid es especialista en organizar actividades para los más pequeños que consiguen atraer su interés por los temas científicos y relacionados con el mundo de las ciencias. De esta forma aprenden, mientras se divierten, consiguiendo que asienten sus conocimientos aprendidos en la escuela o se abran a nuevos temas, con la seguridad de que, siempre que sea de forma divertida, no los olvidarán.
Domus, también conocido como la Casa del hombre, es el primer museo interactivo dedicado, exclusivamente, al conocimiento de la raza humana. Es por ello que resulta ser uno de los más atractivos para los niños ya que sacian su curiosidad, al mismo tiempo que descubren pequeños o grandes secretos que se albergan en sí mismos. Una oportunidad de oro para encontrar aquellas respuestas que no siempre somos capaces de dar los adultos, especialmente con la delicadeza y lenguaje que requieren los más pequeños.
Seguro que si a un niño le preguntamos a qué le suenan las ciencias nos va a decir que a pesados exámenes, fórmulas incomprensibles o largos parlamentos del profesor más plasta de todo el colegio. Pero si los niños supieran que todo aquello que nos rodea está manejado y creado por la ciencia, y que además puede resultar de lo más divertida y lógica, entonces su concepto cambiaría.
Salir con los niños de museos puede ser una opción estupenda para el tiempo de ocio. Afortunadamente la mayoría de ellos han adaptado actividades especiales para que los peques disfruten de una forma de diversión distinta, en la que combinar el ocio con el aprendizaje.
Ya estamos en plena Semana Santa y, por lo tanto, con unos cuantos días libres para los niños que han dejado la escuela para entretenerse, como mejor pueden, en casa. Lo ideal es aprovechar ese tiempo libre para poder experimentar nuevas emociones, al mismo tiempo que se aprende. La curiosidad es una cualidad excelente en los niños, así que vamos a intentar sacar el mejor partido.
Hablar de un museo como parte del ocio de nuestros niños más pequeños, nos puede sonar a rotundo aburrimiento, incomprensión total o nada adecuado para los peques. Pero si yo os digo que el Museo del Prado, una de las pinacotecas más importantes del mundo, ha creado un espectáculo-taller indicado para bebés de 0 a 3 años, entonces ya vamos pensando que estos suntuosos edificios, han dejado de ser un espacio reducido para elitistas conocedores, convirtiéndose en lugares abiertos para el placer y conocimiento de todo el mundo.
El Museo del Prado, en Madrid, ha organizado una serie de talleres para los niños aprovechando que ha puesto en marcha una exposición temporal dedicada a Franciso de Goya y su vinculación con Madrid. En ella podremos encontrar piezas únicas, cartones de tapices, esculturas que le sirvieron como inspiración, así como obras de otros autores que intentan representar aquella ciudad del siglo XVIII que se encontró el genial pintor aragonés, a su llegada.
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