Método Kaizen para evitar la pereza en los niños
Uno de los grandes males de la humanidad es la pereza. Es normal que a menudo sintamos como una losa sobre nuestro ánimo que nos cuesta demasiado arrastrar, y con la que nos sentimos incapaces de avanzar ni un solo paso. Terminar las tareas cotidianas o levantarnos por la mañana, una vez ha sonado el despertador, puede resultar una gran aventura titánica que no siempre estamos dispuestos a realizar. Si queda en una mera anécdota, como algo pasajero, no está mal, lo peor es que se convierta en una rutina.