¿Alguna vez te has planteado poner letra a todo ese amor que sientes hacia tus hijos? Sin duda es una de las cosas más complicadas que podemos hacer en la vida, poner palabras a los sentimientos, mucho más cuando se trata de esa entrega voluntaria e ilimitada que sentimos hacia nuestra propia sangre. ¿Cómo expresar, por ejemplo, todo el amor que sentimos por nuestros hijos?
Los padres artistas lo tienen muy sencillo para expresar a sus hijos todo el amor que sienten por ellos. Es así como los poetas escriben sus poemas, los pintores les realizan bonitos retratos y los músicos componen canciones especialmente dedicados a ellos. Arte del que luego, también nosotros, nos podemos aprovechar ya que ese sentimiento es totalmente universal.
El tiempo del embarazo se convierte en una época maravillosa en la que conectar con la vida, más allá de tu propio latido, de tu propia existencia. Es ese instante único y mágico, que se prolonga a través de nueve meses, y con el que se consigue llegar a un estado de conciencia y experiencia vital imposible de definir. Imposible de definir si no eres un artista y un mago de las palabras, al menos los poetas, con sus hermosos trabajos han sabido dejarnos esos profundos sentimientos que crecen durante ese tiempo.
Durante el tiempo de embarazo nos sentimos especialmente vulnerables y sensibles. Por ello la poesía viene a ayudarnos a ahondar en ese sentimiento, a veces contradictorio, que nos llena el corazón.
El amor que se siente en momentos tan íntimos y maravillosos como es el de la maternidad, es muy difícil de expresar con palabras. Sin embargo los poetas son capaces de llegar hasta él con sus hermosos giros en el lenguaje.
Uno de los lenguajes, por no decir el único, más universal es el de la música. A través de ese mágico conjunto de sonidos, somos capaces de compartir sentimientos, demostrar emociones o sacar a la luz todo ese pontencial de amor que se cobija en nuestro interior. La música es el vehículo perfecto para hacer llegar al mundo esa realidad, casi mágica, que fluye desde nuestra visión emocional.
Una de las mejores cosas que te pueden pasar en la vida es desear, sentir y disfrutar de la maternidad. La Naturaleza, en pleno, es un cántico a la labor de las madres. La misma Tierra se renueva y gesta nuevas criaturas, desde las más invisibles hasta aquellas que se crean en los vientres humanos. El mundo sigue siendo mundo a partir de esa creación continua.
Para los artistas, sea cual sea su dedicación, el momento de la espera de la llegada de un hijo, puede resultar una fuente inagotable de emociones, sentimientos y, sobre todo, inspiración. Es así como ese raudal desemboca en obras maestras de la pintura, la música, la poesía o la escultura. Una embarazada, es la más hermosa y certera expresión de amor.
El mundo del arte está lleno de grandes obras que hacen referencia al amor. Pero seguro que si preguntamos cuál es el amor más puro y entregado (al menos en la mayoría de los casos), llegamos a la conclusión que es el de los hijos. Así encontramos maravillosos cuadros, poemas llenos de belleza y sentimiento, incluso profundas películas en las que los hijos se convierten en el centro de una trama llena de cariño y belleza.
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